Esto es lo que le pasa a tu espalda cuando miras el móvil

En la era digital, el uso constante de dispositivos móviles se ha vuelto una práctica común en la vida diaria de millones de personas alrededor del mundo. Sin embargo, lo que muchos no consideran es el impacto que esta actividad puede tener en nuestra salud física, específicamente en nuestra postura.

Recientemente, los médicos han emitido una advertencia preocupante: la inclinación de la cabeza al mirar el móvil está ejerciendo una enorme presión sobre nuestras cervicales. Según los estudios, esta inclinación puede llegar a suponer un peso de hasta 27 kilogramos para la columna cervical, lo que equivale aproximadamente al peso de un niño pequeño.

La postura de cabeza inclinada, conocida coloquialmente como "cuello de texto" o 'text neck' en inglés, puede tener consecuencias graves para nuestra salud a largo plazo. Los expertos advierten que esta presión constante puede provocar dolores de cuello crónicos, rigidez muscular, dolores de cabeza e incluso problemas de hernia discal.

Conforme alejamos la cabeza del punto central de equilibrio del cuerpo, el peso de la cabeza va aumentnado. Esto con los años de malas posturas y hábitos puede cronficiar un problema en la columna. "Cada vez vemos más pacientes en edades tempranas acudir por dolores así", explica Carmen de Andrés, Dra de la Uniadad Dolor VITHAS de Valencia Consuelo a Telecinco.

La doctora cuenta que es fundamental tomar medidas para prevenir estos problemas. Una forma sencilla de hacerlo es mantener una postura erguida al utilizar nuestros dispositivos móviles. Mantener el teléfono a la altura de los ojos puede reducir significativamente la presión sobre nuestras cervicales y ayudar a prevenir futuros problemas de salud.

Además, es importante tomar descansos frecuentes y realizar ejercicios de estiramiento para aliviar la tensión muscular en el cuello y los hombros. Estos pequeños cambios en nuestros hábitos pueden marcar una gran diferencia en nuestra salud a largo plazo.

Mayor riesgo en niños

En niños pequeños, cuyos sistemas musculoesqueléticos aún están en desarrollo, estas tensiones repetidas pueden tener un impacto especialmente significativo. La columna vertebral en crecimiento es más vulnerable a las presiones externas y a las tensiones repetitivas, lo que aumenta el riesgo de deformidades y lesiones a largo plazo.