¿Por qué no siempre es bueno ser competitivo en el trabajo?

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Fomentar la competitividad entre los trabajadores puede ser muy beneficioso para una determinada empresa. Pero en otros casos, puede acabar convirtiéndose en un aspecto negativo cuando afecta al ambiente laboral y esto deriva en peores resultados.

Según los investigadores de la Universidad de Beijing en el estudio 'La actitud competitiva y el comportamiento competitivo de los empleados promueven la creación y el desempeño del trabajo: un modelo dinámico de dos componentes', que un ambiente competitivo puede acabar siendo negativo, depende de la personalidad de los trabajadores.

"Nuestros resultados demuestran que el comportamiento competitivo interactúan con el clima competitivo para influir en el comportamiento y los resultados laborales de los empleados. Sugiere que tanto el empleado como la organización son agentes que afectan el comportamiento y el desempeño laboral", explican.

Los científicos concluyen que, para tener buenos resultados debe valorarse cómo es la empresa y las personas que la conforman. Si hay demasiada presión o carga de trabajo, si hay personas incómodas con este competitividad, si los trabajadores se ven como rivales o si los objetivos laborales están por encima de las personas, esta competitividad acaba siendo mala para la empresa.