Comer de táper: trucos para largar su vida útil

Si cada día de la semana te toca comer de táper sabes de los incovenientes que esto conlleva. Porque aunque muchos recipientes sean totalmente aptos para los alimentos e incluso, para el calor del microondas, lo cierto es que las tarteras sufren el uso diario y cogen manchas u olores que, en ocasiones, parecen imposibles de quitar.

Pero nada más lejos de la realidad. Hay decenas de trucos que nos permiten mantener los táper como nuevos y perfectos para recibir las comidas, y además, hay platos específicos que aguantan mejor dentro de los mismos. Todo un bucle en el que el objetivo es poder comer con la mejor calidad y el mejor recipiente. Ya sea para llevar la comida al trabajo o de excursión, hacer un uso correcto de los recipientes es esencial.

Así, cuando preparamos la comida lo normal es que se suela meter directamente en el táper . Esto es un error. Al guardarla caliente el vapor que se genera hace que la textura de la comida se estropee. Lo mejor es dejar que los alimentos de enfríen para después guardarlos en el táper en cuestión.

Por otro lado, a la hora de comprar los recipientes que vamos a usar habitualente para transportar la comida habrá que corroborar que sean aptos para calentar en el microondas. Para ello, lo esencial es mirar la parte trasera del recipiente y comprobar si cuenta con un símbolo que garantice que se puede usar para calentar. Además, un gran mito sobre el táper es que si es de plastico no se puede meter en el cómodo microondas, algo que es totalmente falso. Mientras el material sea apto, todo está bien. Eso sí, jamás se podrá meter un recipiente metálico.

Ya llegados al momento enque calentar la comida lo mejor es que se haga con la tapa cerrada. ¿Por qué? El propio vapor que se genera con el alor hace que los alimentos no se sequen y no pierdan su jugosidad, mientras que si lo hacemos con ella abierta la comida quedará seca. Con respecto a esto, hay alimentos que aguantan mejor todo este proceso que otros.

Comidas concretas

Por un lado, los que mejor aguantan el transporte son los guisos más tradicionales como las verduras, potajes, estofados... En cambio, carnes y pescados fins, así como el arroz, son peores aliados de la comida fuera de casa. En el caso del último, se quda hecho una pelota al absorver todo el líquido. Además, en el caso de querer comer una ensalada, lo mejor es llevar el aliño aparte o puede que se estropee.

En cuanto al proceso de lavado, lo óptimo es tratar e recipiente como un plato normal de la cocina. El agua y el jabón será el principal alidado, y de vez en cuando, el lavavajillas hará lo que no puede el estropajo, tanto con as manchas dificiles como con los olores persistentes. En cuanto a las típicas manchas de grasa o tomate imposibles de quitar, el bicarbonato, la pasta de dientes o los polvos de talco pueden hacernos la vida más fácil. Para la humedad, lo mejor es guardarlos con una pizca de sal y destapados.