Este es el motivo por el que hay gente que mete trapos sucios en el microondas

Un microondas se puede limpiar con un paño húmedo o una esponja suave con agua tibia y un poco de detergente suave. Asegúrate de secar bien después de limpiar para evitar manchas y malos olores. Es importante no usar productos abrasivos o productos químicos fuertes para evitar dañar la superficie del microondas.

Pero, ¿cómo se limpian esos paños o esponjas? Se pueden meter en la lavadora para limpiarlos, sobre todo los trapos sucios. Pero o se tiene una gran cantidad de trapos o se pone una lavadora diaria, lo que no resulta muy ecológico ni económico.

Pero si no quieres gastar tanto y te obsesiona la desinfección, diversos estudios inciden en que el microondas es ideal para esterilizar esas esponjas o bayetas que se usan para limpiar la vajilla u otros utensilios de cocina. Bastan apenas cuatro minutos de funcionamiento a máxima intensidad para matar el 99 por ciento de las bacterias, virus o parásitos, así como esporas que se oculten en las esponjas.

Trapos sucios

En cuanto a los trapos, en general es una mala idea meter trapos sucios en el microondas porque pueden causar incendios. Los trapos sucios pueden tener restos de grasa y aceite, que pueden llegar a encenderse en el microondas. Además, los materiales de los trapos pueden ser inflamables o emitir gases tóxicos si cuando se calientan.

Pero hay una fórmula segura para limpiarlos en el microondas. Consiste en echar agua y jabón y, en caso de que no se vaya la suciedad, añadir vinagre blanco -con cuidado si el trapo es de color- o zumo de limón. Una vez se vayan las manchas y con los trapos bien escurridos, se meten dentro de una bolsa apta para microondas y, sin cerrar, se ponen a máxima potencia unos 90 segundos.

Pasado ese tiempo, se sacan los trapos de la bolsa con cuidado de no quemarse y se dejan enfriar. Posteriormente, se meten en un recipiente con agua fría para retirar los restos de jabón.

Si aún hay restos de suciedad, se vuelve a repetir el proceso.