EQUILIBRIOS DE LAS FUERZAS POLÍTICAS

El PSC de Lleida desoye a Montilla y rechaza el trasvase

Lasituaciónessimilar a la que debilitó a CiU en el Ebro con el Plan Hidrológico Nacional

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
LLEIDA

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Las aguas bajan revueltas en Lleida y será difícil apaciguarlas. Las federaciones territoriales de las tres fuerzas que forman el Govern --PSC, ERC e ICV-- llevan un par de semanas haciendo equilibrios para mantener la calma y dar una respuesta convincente a sus militancias. El apoyo prestado por las cúpulas barcelonesas de los partidos al trasvase del Segre al Llobregat les ha puesto ante una complicada tesitura: ¿hay que acatar la disciplina de partido o responder como espera el elector?

Como ya ocurrió en las tierras del Ebro con el Plan Hidrológico Nacional (PHN) o, años antes, con la planta de residuos industriales de la Conca de Barberà, la labor del Govern está pasando factura a sus cargos en el territorio. Entonces, los damnificados fueron sobre todo los electos de CiU. Ahora, en Lleida, la papeleta más complicada la tienen los socialistas, que desde el 2004 han ganado elección tras elección y han roto con la imagen de feudo nacionalista que tenían las comarcas de Ponent.

Pese a las instrucciones recibidas los últimos días desde Barcelona, que llamaban a cerrar filas a favor del trasvase, los principales barones del PSC no tuvieron más remedio que alinearse el lunes con el resto de formaciones de la demarcación y suscribir la declaración del Segre, que rechaza de forma unánime la propuesta. Entre los firmantes figuran nombres destacados, como el del alcalde de Lleida, Àngel Ros, y el de Balaguer, Miquel Aguilà, cuyo ayuntamiento aprobó ya el jueves una moción contra el trasvase.

ACTO DESCONVOCADO

El alcalde de Tremp y delegado del Govern en el Pirineo y Aran, el socialista Víctor Orrit, traspasó la representación de su municipio a un teniente de alcalde. Tampoco firmó, tras excusar su ausencia, el presidente del Consell Comarcal del Pallars Sobirà, Vicenç Mitjana, próximo al primer secretario del PSC de Lleida yconsellerde Agricultura, Joaquim Llena.

Las presiones sobre los socialistas locales llevaron al gobierno de la Diputación de Lleida (ERC y PSC) a desconvocar a última hora una rueda de prensa convocada esa mañana para presentar el contenido de la declaración, ratificada el lunes por la noche por todos los grupos de la corporación provincial, los alcaldes de las capitales de Lleida y los presidentes de los consejos comarcales, con las excepciones mencionadas.

Y mientras en la casa socialista se intenta dar un tono conciliador al rechazo --"estamos abiertos a otras alternativas", decía ayer Ros--, la federación de CiU se felicitaba por el "contundente rechazo del territorio de Lleida al trasvase del Segre". Los nacionalistas consideran que "la declaración del Segre cierra totalmente la puerta" a la captación.

En ERC, la militancia leridana siguen sin entender el apoyo explícito dado al proyecto por elconsellerde Governació, Jordi Ausàs, que hasta hace 15 días era alcalde de La Seu d'Urgell. De hecho, Ausàs ha sido el único republicano que se ha pronunciado, hasta ahora, a favor del proyecto de Medi Ambient.