Los 3 consejos básicos para conducir cuando hay atascos y retenciones

El aumento de tráfico por el aumento del uso del coche, especialmente en vías rápidas tras la liberalización de varios peajes bajo titularidad estatal, han conllevado una mayor afluencia de vehículos y la correspondiste penitencia diaria de colas, embotellamientos y retenciones.

Como indica la Dirección General de Tráfico (DGT), "la duración del atasco no depende de usted; pero superarlo sin complicaciones, sí". Con esa premisa desde la DGT nos facilitan una serie de consejos para saber cómo maniobrar cuando nos encontremos en un atasco.

Distancia de seguridad

La media más importante en una situación de retenciones: hay que guardar una separación frontal para frenar sin alcanzar al vehículo que va delante.

El truco para saber si guardamos la distancia de seguridad correcta: tomar como referencia un punto fijo en la vía por donde pase el vehículo que está delante nuestro y contar un mínimo de dos segundos hasta que pasemos nosotros por ese mismo punto -el doble si además estamos conduciendo bajo malas condiciones meteorológica-. Una manera para saber contar los segundos: pronunciar "1.101, 1102. 1.103...".

Velocidad

Al divisar el atasco debemos dejar de acelerar y tenemos que frenar de forma progresiva y no brusca. Muchos conductores acompañan esta desaceleración con la señal de los cuatro intermitentes a modo de aviso a los conductores que vienen por detrás.

Del mismo modo, ya inmersos en la retención, debemos conducir con cautela y sin brusquedades, evitando los acelerones repentinos y los frenazos en seco. Además, no hay que confiarse, y aunque tengamos el convencimiento que la retención esté finiquitada, hay que seguir conduciendo con cautela y de forma suave por si vuelve a aparecer más adelante. Algo que suele ser muy probable en días de congestión de tráfico.

Anticipación

Nunca hay que perder de vista el vehículo que nos precede y, si podemos, también es recomendable fijar la vista varios vehículos por delante para reaccionar a tiempo ante situaciones de riesgo.

De igual manera, ir revisando los retrovisores para comprobar y reaccionar ante un posible alcance es una buena manera de protegerse.