LA GUERRA DEL TAXI

Uber y Cabify llevan a la calle su pulso al Gobierno

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Manuel Vilaseró

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Las tornas han cambiado. El sector del taxi consiguió un giro del Gobierno favorable a sus intereses con las movilizaciones masivas del pasado julio y el de los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) se dispone a emularlo en vísperas de la aprobación el viernes del decreto que puede suponer su “muerte”, en palabras de sus dirigentes. El pulso ha empezado este miércoles con una oferta de viajes gratis entre las 10 y las 22 horas y seguirá mañana con un corte de tres horas de la avenida de la Castellana, en Madrid, frente al Ministerio de Fomento.

El decreto que aprobará el Consejo de Ministros trasladará a las comunidades autónomas y ayuntamientos la responsabilidad de regular las VTC, operadas por las plataformas Uber y Cabify, lo que en la práctica significará que tendrán que solicitar una segunda licencia a estas administraciones. Estas podrían denegarlas hasta que se alcance la proporción 1/30 de VTC/taxis, la que exige la actual ley de Ordenación del Transporte aprobada en 2015 por el Gobierno del PP y que nunca ha llegado a cumplirse. Los municipios de Madrid y Barcelona ya han mostrado su intención de imponer ese ratio.

15.000 nuevos parados

La decisión podría suponer la desaparición del 80% de la flota, dado que actualmente la ratio media es de 1/6 (11.200 frente a 65.000) y en Madrid llega a ser de 1/3. Unos 15.000 empleados (autónomos o por cuenta ajena) se quedarían en la calle, según denuncian sus dirigentes. Eso sin tener en cuenta  que miles de licencias están pendientes de recursos judiciales que previsiblemente se fallarán a favor de las nuevas VTC. 

La primera medida de protesta, la gratuidad del servicio durante doce horas, ha sido promovida por la patronal Unauto, en el marco de una campaña de publicidad y márketing bajo el lema #EnElFuturoCabemosTodos. Los convocantes han procamado a las pocas horas el éxito de la inicitiva, al haber sido seguida por un 90% de los conductores, según sus datos.  

La movilización del jueves no está convocada por las plataformas ni por la patronal sino por una organización de conductores, la Asociación de autónomos de las VTC, Cuenta, además, con el apoyo del Sindicato Libre de los trabajadores del transporte.

Colapsar la Castellana

La manifestación arrancará a las 11:00 de la mañana de este jueves desde el Monumento a Emilio Castelar, a la altura de Paseo de la Castellana 39, y subirá hasta Nuevos Ministerios a la altura de la calle Joaquín Costa, para allí dirigirse a la sede del Ministerio de Fomento y leer un comunicado.

El sindicato convocante calcula que pueden reunir unos 2.000 coches y más de 3.000 personas en todo el recorrido, colapsando los ocho carriles de la Castellana durante tres horas.

"Queremos demostrar que tenemos tanta fuerza de movilización como el taxi” , ha advertido José Antonio Parrondo, uno de los principales empresarios de las VTC.

Aunque en su día criticaron las manifestaciones de los taxistas, ahora optan por el mismo método, aunque marcan distancias. “Nosotros avisamos antes a Delegación de Gobierno y solo lo haremos durante tres horas. Será totalmente pacífica. No colapsamos aeropuertos ni estaciones de tren", añade Parrondo.

Ruedas pinchadas

No es decartable que ocurran incidentes ya que algunos sectores del taxi hacen la guerra por su cuenta con agresiones a VTC y sus conductores. El sector ha denunciado que la madrugada de este miércoles han aparecido una veintena de coches con ventanillas rotas o ruedas pinchadas en el barrio madrileño de Villaverde.

Más allá de las protestas en la calle, si el decreto sigue adelante, los VTC podrían reclamar indemnizaciones millonarias que un estudio ha calculado en unos 3.000 millones de euros. El prestigioso constitucionalista Santiago Muñoz Machado  sostiene en un informe reciente que la doble licencia para una única actividad sería contraria al ordenamiento jurídico español y europeo, y al tener un efecto revocatorio debería ir siempre acompañado de una indemnización.¿

Restricciones por días

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, que ha negociado directamente con los taxistas no lo ve igual porque “no se van a expropiar licencias”. Un posible camino para evitar las indemnizaciones sería que los ayuntamientos utilizaran la competencia que les brinda el decreto para restringir la circulación a determinados días de la semana en función de las matrículas u horarios fijados. Con ello se lograría reducir el número de coches de Uber y Cabify operando en la calle sin tener que indemnizar a los dueños de los permisos.

Pese a que Ábalos no ha querido desvelar el contenido exacto del decreto, también ha trascendido que las CCAA y los ayuntamientos dispondríasn de un periodo de cinco años para asumir paulatinamente las competencias de control sobre las VTC. Si pasado ese plazo no hay una regulación regional y local en marcha, el Estado podrá retirar licencias VTC cuando estas tengan que ser renovadas (se renuevan cada dos años), acercándose de esta forma también al 1/30.

Servicio desbordado

La jornada gratuita que han ofrecido las compañías con licencia VTC este miércoles no ha sido del todo exitosa en alguno de los casos, informa Arnau Soto. El servicio sin cargo durante todo el día ha dejado a usuarios sin poder cumplir su trayecto, al menos que quisieran esperar más de una hora. En un día donde se esperaba más demanda de vehículos, se ha masificado el conflicto y se ha disparado el tiempo de espera del servicio.

El proceso de reserva del vehículo ha sido normal, pero el aumento de demanda de la flota de vehículos se ha visto desbordado y muchos usuarios se han quedado sin transporte. “Estas avanzando en la fila de espera y necesitamos más tiempo para asignarte un conductor”, decía en el mensaje de la aplicación mientras no se recibía respuesta alguna. Hasta  una hora y media de espera sin presenciar la llegada del vehículo, provocando así el malestar en los usuarios.