ACCIDENTES DE TRÁFICO

El número de muertos en carretera ya supera la cifra de todo el 2016

Automóviles circulando por una autopista.

Automóviles circulando por una autopista.

Rebeca Queimaliños

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Nada que celebrar en las carreteras españolas. Este fin de semana se produjeron ocho accidentes con diez víctimas mortales en vías interurbanas y el número de fallecidos supera ya la cifra del año pasado sin haber rebasado los días más delicados de Navidad: 1.165 muertes hasta el 18 de diciembre frente a los 1.162 fallecimientos registrados en todo el 2016. La tendencia de descenso de la mortalidad de la última década se rompió el año pasado y se repite la misma secuencia por segunda temporada consecutiva. La Dirección General de Tráfico (DGT) no hará declaraciones hasta realizar un análisis exhaustivo de los datos, pero los expertos ponen el foco en problemas estructurales y en obsoletas políticas de seguridad vial

La DGT nació en el año 1959 con un objetivo prioritario: instaurar políticas para fomentar el tráfico y consolidar los parques automovilísticos en España. El problema, según Ramón Ledesma, exsubdirector de Normativa de la DGT y asesor de Pons Seguridad Vial, es que el organismo todavía apuesta por un modelo agotado y no ha invertido esfuerzos en adaptarse a unas necesidades que nada tienen que ver con la década de los 50: Educar y concienciar. "El gran momento en seguridad vial se produjo tras implantar el carnet por puntos y aportar pedagogía a las sanciones. Entre el 2004 y el 2013 pasamos de los 5.500 fallecidos a los 1.700 muertos en las carreteras, pero nos hemos quedado en esas cifras. ¿Por qué no avanzamos?", señala el experto.

Ledesma considera prioritario cerrar ya el debate del aumento del límite de velocidad de 120 a 130 kilómetros por hora y centrar esfuerzos en reformar tramos de carretera obsoletos diseminados en todo el territorio español. "Más del 70% de las muertes ocurren en tramos de carretera convencional, eso debería hacernos reflexionar". Esta es una crítica extendida entre los organismos que velan por la seguridad vial. "La DGT invierte esfuerzos en analizar estadísticas y comportamientos de conductores cuando tenemos un serio problema de infraestructuras. El último informe del RACE ya alertó sobre los 3.264 kilómetros de alto nivel de peligrosidad en España, un 13,2% del total de las carreteras están en estado lamentable", según el director de la Fundación DIA de Víctimas de Accidentes, Francisco Canes.

Situaciones esperpénticas

La directora de Stop Accidentes, Ana Novella Reig, explica una secuencia que se repite a lo largo de la península. "Hay tramos de carreteras secundarias que dependen del Gobierno, otros de las comunidades, otros de las diputaciones, otros de los ayuntamientos y se suceden situaciones tan esperpénticas y dramáticas como kilómetros recién estrenados y tramos casi sin asfaltar. Así es imposible erradicar la siniestralidad", lamenta. De hecho, el informe 'Las carreteras más peligrosas de España', publicado recientemente por la organización Automovilistas Europeos Asociados y que solo analiza las carreteras que dependen del Ministerio de Fomento, revela que el número de puntos negros se ha incrementado en un 35% respecto al 2016.

España se sitúa en el cuarto puesto en el ránking de la Unión Europea de países con una menor tasa de mortalidad por accidentes de tráfico, solo por detrás de Reino Unido, Suecia y Holanda. No cabe duda de  que la implantación del carnet por puntos y los radares en puntos estratégicos fueron revolucionarios en materia de tráfico, sin embargo, los actores principales creen que es necesario otro giro integral en materia de seguridad, mejora de carreteras y "humanización" de las ciudades hasta convertir las estadísticas de mortalidad en algo residual. 

Los datos provisionales de la Dirección General de Tráfico solo recogen fallecidos en vías interurbanas; sin embargo, Ledesma considera importante analizar las estadísticas en contexto y poner el foco las víctimas de accidente en zonas urbanas porque los datos son "dramáticos". "Este es el primer año en la historia en el que el colectivo vulnerable (peatones, ciclistas, motociclistas, 'skaters') supera al número de muertes del colectivo no vulnerable (conductores)". Eso significa que los automóviles son más seguros pero los conductores, menos sensibles. Es el momento de devolver las ciudades a los ciudadanos y reeducar a los  automovilistas’, concluye.