"Un lío gordo": los meteorólogos se inquietan con lo que sucederá en Sant Jordi

Al cielo le pedimos cada día que llueva para paliar el episodio de sequía que se ha perpetuado en Catalunya. Con una excepción: que no lo haga en Sant Jordi, en uno de los días más bonitos del año. Tras las temperaturas de récord del pasado fin de semana, muchos ya habían hecho el cambio de armario. Sin embargo, las previsiones indican que la Diada no solo estará pasada por agua, sino que será un día frío, más propio del invierno. Además, puede sobrevenir algo más (y peor): los meteorólogos se frotan las manos con el fenómeno que sucederá durante la jornada.

Todo apunta a que el 23 de abril habrá que recuperar la ropa de abrigo. Si la semana pasada se alcanzaron temperaturas muy por encima de lo que estadísticamente es normal en esta época del año, el martes ocurrirá lo contrario: regresaremos a valores invernales más habituales en febrero y marzo.

La cuestión es que no solo se desplomarán los termómetros, que rondarán entre los 5 y los 10 °C en el Pirineo y entre 10 y 15 °C en el resto de Catalunya.

Tiempo violento

"En primavera es un lío gordo" y "no es un buen presagio", avisan los meteorólogos. El motivo es que entra un frente nuboso y frío en Catalunya que, a 5.500 metros de altura, tendrá temperaturas extremadamente frías para la primavera: entre -30 y -34 grados Celsius. En consecuencia, a partir del martes al mediodía las lluvias, si proceden, irán acompañadas de granizo y piedra en algunas zonas. Ya por la tarde, las heladas serán generalizadas.

Con todo, el principal damnificado no solo será Sant Jordi. Los agricultores también miran preocupados las previsiones del tiempo, ya que heladas del lunes y el martes pueden arruinar las cosechas de fruta de Lleida.

¿Un 23 de abril con nieve?

Los expertos también advierten de que podría nevar. En este sentido, la cota de nieve se situará en los 500 metros en la cara norte del Pirineo (Val d'Aran), mientras que se localizará entre los 600 y los 700 metros en el litoral catalán, señala Francesc Mauri en X.