Tenis

Wimbledon veta a los tenistas rusos y bielorrusos

Medvedev y Sabalenka, entre otros, no podrán jugar el torneo de hierba al no haberse posicionado contra la invasión de Ucrania

El torneo inglés se convierte en la primera gran competición en impedir la participación a atletas individuales

Medvedev, en Wimbledon el año pasado.

Medvedev, en Wimbledon el año pasado.

Jaume Pujol-Galceran

Jaume Pujol-Galceran

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ni Daniil Medvedev (número 2 mundial) ni Aryna Sabalenka (4 mundial) estarán en Wimbledon este año después de que el Grand Slam inglés haya tomado la decisión de prohibir jugar el torneo a los tenistas rusos y bielorrusos por la invasión de Ucrania, según ha comunicado de forma oficial el torneo. El Gobierno de Rusia ha calificado la decisión de "inadmisible" y la asociación de jugadores y jugadoras (ATP y WTA), de "discriminatoria" e "injusta".

Wimbledon se convierte de este modo en la primera gran competición en prohibir su participación a atletas individuales, después de que Rusia haya quedado expulsada de torneos como el Mundial de Qatar de fútbol, la Eurocopa de baloncesto y otras competiciones por equipos como la Copa Davis y la Billie Jean King Cup, donde Rusia defendía los títulos conquistados en 2021.

El tercer Grand Slam de la temporada perderá además de Medvedev, finalista en el Open de Australia, a Andrey Rublev (8 mundial), Karen Khachanov (26) y Aslan Karatsev (30). En el torneo femenino tampoco estarán, aparte de la bielorrusa Sabalenka, su compatriota Victoria Azarenka y las rusas Anastasia Pavlyuchenkova (15) y Daria Kasatkina (26).

Desde hace meses se conocía la predisposición de Wimbledon a tomar esta decisión si los tenistas rusos y bielorrusos no condenaban públicamente la actuación de Vladimir Putin. Ante el silencio de todos ellos, que solo han llegado a reclamar la paz, pero sin posicionarse en ningún momento en oposición clara a la invasión, la decisión se ha precipitado de cara a la edición que este año se disputará del 27 de junio al 10 de julio.

"Sería inaceptable"

"Es nuestra responsabilidad jugar nuestro papel en los esfuerzos del Gobierno para limitar la influencia de Rusia a nivel global. En las circunstancias de una agresión militar injustificada y sin precedentes, sería inaceptable que el régimen ruso se beneficiara de alguna manera de la participación de tenistas rusos y bielorrusos en Wimbledon", dijo el torneo en un comunicado. "Por lo tanto, declinamos la participación de rusos y bielorrusos en la edición de 2022".

Ian Hewitt, presidente del All England Club, explicó que entienden el "sufrimiento· por el que van a pasar los atletas por las decisiones que toman los líderes del régimen ruso", pero añadió que, dado el caché del torneo, no pueden permitir que este se use como elemento de propaganda rusa.

Wimbledon se mostró abierto a cambiar esta decisión de aquí a junio si las circunstancias así lo permitieran. Esta decisión de Wimbledon complica, especialmente, el regreso de Medvedev al circuito y sus opciones de recuperar el número 1 mundial. El tenista ruso esperaba volver a la gira de hierba, después de haber sido operado de una hernia y renunciar a jugar los torneos de la gira de tierra, al menos, hasta Roland Garros.

Protesta del Kremlin

De momento en los torneos del circuito masculino y femenino los tenistas rusos y bielorrusos pueden jugar siempre que no lo hagan bajo la bandera de sus propios países ni con símbolos que los recuerden.

Rusia ya ha hecho constar su protesta. "Es inadmisible convertir una vez más a los deportistas en rehenes de intrigas y prejuicios políticos, de acciones hostiles hacia nuestro país", dijo el portavoz de Kremlin, Dmitri Peskov, al comentar en rueda de prensa las informaciones sobre el veto a los tenistas rusos. Subrayó que "tomando en cuenta que Rusia es un país muy fuerte en tenis con su marginación perderán las propias competiciones".

La ATP y la WTA consideran la prohibición una decisión "unilateral", "discriminatoria", "injusta" y que puede "sentar un precedente peligroso en el deporte".

Esta será la primera vez que Wimbledon impida a personas de un determinado país desde los años después de la Segunda Guerra Mundial, cuando alemanes y japoneses no tuvieron permitido jugar el Grand Slam londinense.