la final del primer Grand Slam del año

Djokovic conquista su octavo título en Australia tras una dura batalla con Thiem

El tenista serbio suma su 17º Grand Slam y desbanca a Rafael Nadal del número 1 mundial

Novak Djokovic en la final del Open de Australia

Novak Djokovic en la final del Open de Australia / periodico

Jaume Pujol-Galceran

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Ocho finales y ocho títulos en la Rod Laver Arena. La pista central del Abierto de Australia es el patio de casa Novak Djokovic, como la Philippe Chatrier de Roland Garros lo es de Rafael Nadal (12 títulos) o la central de Wimbledon lo ha sido de Roger Federer (8).

Bajo los focos de ese escenario Djokovic se ha impuesto al austriaco Dominic Thiem por 6-4, 4-6, 2-6, 6-3 y 6-4 para sumar su 17 Grand Slams y acercarse a los 19 de Nadal y los 20 de Federer, arrebatando al mallorquín el número 1 este lunes.

Sin embargo, su gran objetivo lo desveló ayer con la Norman Bruce Challenge Cup, el trofeo del campeón en sus manos. «Quiero el número 1 histórico. Juego para ganar Grand Slams y para conseguirlo haré todo lo posible esta temporada y la próxima», avisó.

Roland Garros, territorio de Nadal, será la próxima estación. El campeón mallorquín deberá estar atento, pero no solo al serbio. También a Thiem, finalista las dos últimas veces, que le ha ganado en Melbourne y al que Djokovic animó ayer. «Estás en condiciones de ganar un Grand Slam, más de uno», vaticinó.

El tenista austriaco ha tenido la oportunidad de ganar su primer Grand Slam y romper una racha de 13 Grand Slams ganados por el 'Big 3'  desde que Stan Wawrinka ganó el Abierto de Estados Unidos en el 2016, precisamente imponiéndose a Djokovic en aquella final.  

«Novak es uno de los tres grandes campeones de la historia del tenis junto a Rafa y Roger. Si yo hubiera  estado en otra época habría sido más fácil conseguir un éxito así, pero es un orgullo compartir esta época con vosotros que habéis puesto el tenis a otro nivel», le dijo el austriaco a Djokovic.

El primer set ya anunciaba la batalla de 4 horas y cinco sets  que iban a mantener en juego y emoción los dos tenistas. Djokovic ha sido el primero en romper (2-0) imponiendo un ritmo rápido para impedir que Thiem le llevara a un pulso de fuerza. El austríaco sufría en cada servicio pero ha conseguido igualar el marcador (4-4), aunque la alegría le ha durado poco. Djokovic ha recuperado el ‘break’ y ha conseguido cerrar el set que se le complicaba con una doble falta de austriaco.

Queja al juez de silla

En el segundo, también una doble falta de Djokovic, le ha dado el ‘break’ a Thiem (2-2). El partido ya había cambiado. El juego rocoso, potente y valiente del austriaco hacía dudar al número 2 mundial, que ha ido a remolque a pesar de igualar el marcador (4-4).

Otra doble falta y dos avisos por pasar de los 25 segundos en sacar, le han acabado de descentrar para perder el servicio y en el siguiente juego el set. “Muy bien, muy bien”, le ha tocado en el cambio de pista la zapatilla al juez árbitro.

Fue un golpe duro para Djokovic que se salvó de la sanción. Thiem aprovechó el momento para adelantarse con un 4-0 inalcanzable. Djokovic no solo había perdido su convicción sino también su energía y el tercer set. Thiem hacía lo que quería con la bola.

Djokovic pidió tiempo médico para ir a los vestuarios.  Las caras de preocupación de Goran Ivanisevic y Marian Vajda en el palco del serbio no auguraban buenas noticias. El serbio decía que estaba «deshidratado».

Poción mágica

Volvió a jugar poco convencido, pero su fisio le dio «una poción mágica», bromearía después. . Evitaba los intercambios. Mantuvo la igualdad (4-4) aunque resoplaba buscando la inspiración. La encontró en el octavo juego y gracias a una doble falta de Thiem. Djokovic no lo desaprovechó. «Me ha faltado mandar más durante el cuarto set», admitió el asutriaco. Era su única queja.

Thiem le abrió la puerta al quinto y decisivo set. Thiem lo empezaba con más de 21 horas en sus piernas desde que comenzó el torneo. Djokovic lo afrontaba con una energía más recuperada para plantar batalla tras haber estado grogui. Djokovic volvía a estar metido en la batalla.

El serbio hizo el ‘break’ (2-1) y salvó un 30-40 después, para adelantarse 3-1 y colocando a Thiem contra las cuerdas. El número 2 mundial volvía a sacar el puño para celebrar los puntos. Thiem se defendía como podía. Seguía luchando.

Djokovic, después del sufrimiento, ya no ha desaprovechado su ventaja y, con el saque en su mano, certificó que sigue siendo el rey de Australia