Matemáticas y futuro (2)

Las matemáticas anticipan que la guerra de Israel en Gaza duraría hasta 2027 y causaría 300.000 muertes

Nos esperan al menos 4 años más de hostilidades que entierran el Derecho Internacional Humanitario

El drama humano en la franja de Gaza no para de aumentar.

El drama humano en la franja de Gaza no para de aumentar. / HAITHAM IMAD

EDUARDO COSTAS (científico) y EDUARDO MARTÍNEZ DE LA FE (periodista científico)

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Las matemáticas anticipan la posibilidad de que la reanudada guerra de Israel con Hamás se prolongue hasta 2027, muy por encima de los cálculos del ejército israelí, al mismo tiempo que se normaliza la lógica bélica por encima del Derecho Internacional Humanitario: las víctimas mortales superarían a las de las seis guerras árabe-israelíes que han tenido lugar desde 1948.

La reanudación de la guerra en Gaza ha desatado por un lado la preocupación y por otra el estupor ante el horror de las escenas que estamos viendo.

Financial Times dice que Israel está pensando en una guerra de larga duración que duraría al menos un año y que sería más quirúrgica que la desarrollada hasta ahora, avisando a la población para que abandone los objetivos militares.

Esta precisión obedecería a las presiones de Estados Unidos para corregir el impacto negativo que genera en la sociedad la masiva muerte de civiles, especialmente niños, a manos de las bombas o de los disparos israelíes, así como el ataque indiscriminado a hospitales e infraestructuras humanitarias.

Impacto social negativo

Hasta la tregua, se calcula que 15.000 personas, entre las que se encuentran 3.000 niños, más de un centenar de empleados de Naciones Unidas y una cincuentena de periodistas, han muerto por los bombardeos de Israel en respuesta a las atrocidades perpetradas por Hamás en el interior de Israel el 7 de octubre de 2023, que costaron la vida a 1.200 personas.

Sobre el impacto social negativo que está generando la operación israelí en Gaza, Manuel Valls, que fue primer ministro de Francia entre 2014 y 2016, recuerda en un artículo publicado en L’Express, que Francia no pidió permiso a nadie para atacar al Estado islámico en Siria después de los atentados ocurridos el viernes 13 de noviembre de 2015 en la capital francesa y su suburbio de Saint-Denis, perpetrados por atacantes suicidas islamistas en los que murieron 130 personas y otras 415 resultaron heridas.

Perros sueltos

Es una manera de decir que Israel está en el derecho de hacer lo que está haciendo en Gaza y que la ha reforzado el ministro británico de Defensa, Grant Schapps, en la BBC, al establecer un paralelismo de la situación en Gaza con el bombardeo británico de Dresde durante la Segunda Guerra Mundial, en el que murieron 35.000 personas. “Parece que hemos olvidado que en tiempos de guerra la gente muere", sentencia.

Sorprende que estos discursos no afloraran durante la invasión rusa de Ucrania, donde los crímenes de guerra han suscitado escándalos y sanciones, pero ponen de manifiesto que los perros de la guerra, usando la expresión de acuñada por Frederick Forsyth en 1974, vuelven a estar sueltos en los extramuros de Europa evocando escenarios que nadie quiere volver a vivir. Nos estamos olvidando de la promesa que hicimos después de 1945: “nunca más”.

Duración de la guerra Israel-Hamás

Independientemente de lo que decidan los políticos y militares, la humanidad dispone de herramientas matemáticas para trascender los sesgos cognitivos (interpretación errónea sistemática de la información disponible) que provocan la locura que estamos viviendo, así como para arrojar algo de luz sobre lo que pueda ocurrir en el futuro.

Para ello, nos inspiramos en primer lugar en el astrónomo J. Richard Gott III, profesor de astrofísica en la Universidad de Princeton, conocido por sus trabajos sobre cosmología, viajes en el tiempo y predicciones estadísticas.

El Argumento Delta T, al que nos hemos referido en otro artículo sobre la fecha posible de la eventual independencia de Cataluña, es una de sus propuestas más famosas: consiste en usar el principio copernicano temporal para estimar la duración futura de un fenómeno basándose en su edad actual.

Futuro a la vista

El principio copernicano temporal dice que no hay nada especial en el momento en que observamos un fenómeno, es decir, que nuestra observación es aleatoria en el tiempo. Por ejemplo, si entramos en el cine cuando la película ya está empezada, no sabremos si estamos al principio, al final o a la mitad, a menos que tengamos información adicional.

El Argumento Delta T se basa en la idea de que hay un intervalo de confianza del 95% para la fracción de la duración total de un fenómeno que ha transcurrido hasta el momento de nuestra observación.

Esto significa que hay un 95% de probabilidad de que nuestra observación ocurra cuando el fenómeno ha transcurrido entre el 2.5% y el 97.5% de su duración total.

Duración temporal de fenómenos

A partir de este intervalo, se puede obtener la duración futura de un fenómeno, que con un 95% de probabilidad será entre 1/39 y 39 veces su edad actual.

Este es el Argumento Delta T, que se puede aplicar a cualquier episodio del que no se tenga información adicional que afecte a su duración.

Gott ha usado el argumento Delta T para hacer exitosas predicciones sobre la longevidad de la especie humana, el muro de Berlín, el teatro de Broadway, la revista científica Nature y otros ejemplos.

Aplicación a la guerra Israel-Hamás

Para aplicar el Argumento Delta T a la duración futura de la guerra de Israel con Hamás, necesitamos estimar la edad actual y la duración total de este fenómeno.

Sin embargo, esto no es fácil, ya que depende de cómo se defina y delimite el fenómeno, así como de la escala temporal y espacial que se considere.

Por ejemplo, se podría considerar que la guerra empezó el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás lanzó una ofensiva sin precedentes desde Gaza contra el sur de Israel, o que empezó en 1987, cuando se fundó Hamás y se inició la primera Intifada.

También se podría considerar que la guerra es solo un episodio más de un conflicto más amplio y antiguo entre israelíes y palestinos, que tiene sus raíces en el siglo XX o incluso antes. Además, se podría considerar que la guerra afecta solo a la Franja de Gaza y al sur de Israel, o que involucra a otros actores regionales, como Egipto, Irán, Siria o Líbano.

Simplificando

Supongamos, por simplificar, que consideramos que la guerra empezó el 7 de octubre de 2023 y que afecta solo a la Franja de Gaza y al sur de Israel. Y también que la edad del fenómeno la fijamos en unos 57 días (hasta el 3 de diciembre de 2023).

La duración total del fenómeno es desconocida, pero podemos usar el argumento Delta T para obtener un intervalo de confianza del 95% para ella.

Así obtenemos, teniendo en cuenta estos parámetros, que hay un 95% de probabilidad de que la duración futura de la guerra sea entre 1.46 y 2.223 días. Es el resultado de dividir la edad actual del fenómeno, que es de 57 días, entre 39, que es el coeficiente constante que se usa en el argumento Delta T. Este es el límite inferior del intervalo de confianza del 95% para la duración futura de la guerra, según el argumento Delta T.

Siguiendo ese razonamiento, podemos estimar que hay un 95% de probabilidad de que la guerra termine entre el 5 de diciembre de 2023 y el 9 de mayo de 2027, muy por encima de las estimaciones del ejército israelí. Nada que ver con la mítica guerra relámpago árabe-israelí de 1967, que solo duró seis días y que supuso, entre otras cosas, la ocupación de la franja de Gaza.

Vigil for people who have lost family in Gaza and Israel, in London

Vigilia en Londres por las víctimas humanas en Gaza e Israel. / SUSANNAH IRELAND.

Argumento del juicio final

El Argumento Delta t no es la única fórmula matemática que podemos usar para predecir la duración de la actual guerra entre Israel y Hamás. También podemos aplicar el Argumento del Juicio Final, propuesto en 1983 por el físico teórico del Laboratoire Univers et Théories del CNRS, Brandon Carter.

Esta fórmula estimó que la humanidad desaparecerá dentro de poco más de 4.500 años (con un nivel de confianza del 90%) y se puede aplicar también a la actual guerra entre Israel y Hamás para determinar cuántos muertos más se producirán antes de que la guerra termine.

El razonamiento matemático, según el Argumento del Juicio Final, es el siguiente: sea N el número total de muertos que se producirá hasta que la guerra termine. Sea n el número de muertos que se han producido hasta el día de hoy. Sea m la relación m = n/N; entonces m se distribuye uniformemente en el intervalo de probabilidad (0, 1].

Así hay una probabilidad del 95% de que el número total de muertos esté entre el 95% de los últimos muertos que se producirán durante la guerra y por tanto estará en el intervalo (0.05, 1].

Por tanto: m > 0.05, con lo que n/N > 0.05. Así N > 20 n. Esto indica que hay una probabilidad del 95% de que el número total de muertos que van a producirse en la actual guerra entre Israel y Hamás será menor de 20 veces el número actual de muertos.

¿300.000 vidas humanas?

Es difícil calcular el número total de muertos en Gaza hoy en día. Puede que las fuentes palestinas los sobreestimen, mientras las israelíes hagan lo contrario, pero una cifra de alrededor de 15.000 fallecidos podría estar cerca de la realidad.

Esto indica una probabilidad terrible: el número máximo de muertes podría alcanzar, en el peor de los escenarios, hasta los 300.000, pero con una elevada probabilidad de ocurrencia si no se hace nada y todo se mantiene como hasta hoy (es decir copernicanamente).

Eso significa que las víctimas mortales del actual conflicto entre Israel y Hamás podrían superar a las de las seis guerras árabe-israelíes que han tenido lugar desde 1948.

¿Y el Derecho humanitario?

Independientemente de la duración final de este conflicto y del número de víctimas mortales que traerá consigo, esta experiencia, como estamos viendo, está normalizando la lógica bélica por encima del Derecho Internacional Humanitario (DIH), otra consecuencia dramática de lo que está pasando.

El DIH reúne un conjunto de normas que limitan los efectos de los conflictos armados, y que ya en 1928 estableció la renuncia a la guerra como instrumento de política internacional.

Valls y Schapps, que cuando hablan así repiten lo que dice Vladímir Putin refiriéndose a su intervención en Ucrania, son ejemplos significativos de cómo está cambiando esa percepción de la renuncia a la guerra en las altas esferas del poder.

Ni que decir tiene que las estimaciones que hemos aportado no son absolutas, ya que las variables seleccionadas limitan su fiabilidad, pero sí hablan de los tiempos que podemos estimar sobre la duración de la situación bélica en Gaza, que aparentemente no coincide exactamente con los cálculos militares de Israel, y que también superará el drama humano que representaron los anteriores conflictos bélicos, sin contar los desplazamientos forzosos de población.

La fuerza de las matemáticas

Igual que pasó con el muro de Berlín, anticipado 20 años por Argumento Delta T, mucho antes de las dudas sobre la viabilidad futura de la antigua URSS, las matemáticas pueden sobrepasar los cálculos humanos más sofisticados y recordarnos que, lejos del antropocentrismo que nos rodea, somos solo las piezas evolutivas de un universo regido por leyes matemáticas que nos trascienden, por muy convencidos que estemos, todavía, de que la guerra es solución de algo.

The Sunday Times también lo ha intuido cuando escribe: “en siete semanas (de ofensiva israelí en Gaza), sólo murieron entre 5.000 y 10.000 de los 40.000 combatientes del grupo. Para ello, el 60% de las viviendas de Gaza fueron destruidas o dañadas, según Naciones Unidas. Lo suficiente como para generar temores de que Israel esté creando más terroristas de los que ha matado”.

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