Ciencia espacial

Los astronautas pueden experimentar disfunción eréctil al regresar a la Tierra

Un estudio pide tener más en cuenta los efectos a largo plazo sobre la salud sexual de los viajeros espaciales

Instantéa captada por los astronautas del Apolo 17 durante los programas de exploración lunar.

Instantéa captada por los astronautas del Apolo 17 durante los programas de exploración lunar. / NASA

Redacción T21

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La exposición a los rayos cósmicos durante una misión espacial afecta a la salud sexual de los astronautas, que pueden perder funcionalidad eréctil durante décadas después de su regreso a nuestro planeta.

Un estudio realizado en ratas, publicado en el Faseb Journal, demuestra que los rayos cósmicos tienen un efecto nocivo sobre la salud sexual de los astronautas.

Aunque la microgravedad no parece tener un efecto importante, el análisis de los tejidos de las ratas, realizado un año después del experimento, demostró que la exposición, incluso en dosis bajas, a los rayos cósmicos, aumenta el estrés oxidativo.

Como consecuencia, el funcionamiento de la arteria que suministra la sangre al pene durante la erección resulta perjudicado, señalan los autores de esta investigación en su artículo.

Durante décadas

Aunque estos efectos se notaron en ratones al año de la exposición, en el caso de los astronautas humanos su salud sexual puede verse afectada durante décadas después de un viaje espacial, enfatizan los investigadores.

Estos hallazgos indican que los vuelos espaciales simulados ejercen un deterioro a largo plazo de la función eréctil neurovascular, lo que supone un nuevo riesgo para la salud de los astronautas que debe tenerse en cuenta a la hora de planificar la exploración del espacio, consideran los científicos.

Explican también que el estrés oxidativo y la disfunción endotelial son factores causales en la patogénesis de la disfunción eréctil, a pesar de lo cual los efectos de los vuelos espaciales simulados y la recuperación a largo plazo en los tejidos críticos para la función eréctil no han sido estudiados hasta ahora.

"Si bien la disfunción eréctil afecta a más de la mitad de los hombres mayores de 40 años y representa un factor importante para la satisfacción con la vida, las consecuencias de los viajes espaciales sobre la función eréctil aún no están claras", escriben los investigadores en su artículo. Un vacío que el nuevo estudio ha venido a cubrir.

Un mes de exposición

Durante el experimento, 86 ratas Fisher-344 macho adultas fueron asignadas al azar en seis grupos y expuestas a 4 semanas de descarga de rayos cósmicos sobre las extremidades trasera.

Un año después, el análisis de los tejidos de las ratas reveló que incluso una exposición baja a los rayos cósmicos galácticos aumentaba el estrés oxidativo en los animales. Esto afectó a la función de la arteria que suministra sangre al pene y al tejido eréctil. La ingravidez también tuvo un impacto, pero no tan marcado.

La conclusión es categórica: “estos resultados sugieren que la función neurovascular de los tejidos eréctiles de los astronautas puede verse afectada después de regresar a la Tierra tras una exploración prolongada del espacio", escriben los autores.

Sin protección

Hay que tener en cuenta que, aunque la Tierra está protegida de la radiación cósmica por su campo magnético y su atmósfera, en la Luna y Marte y en el espacio intermedio no existe una barrera protectora semejante.

A bordo de la ISS, las tripulaciones están protegidas por sólidos blindajes y por el campo magnético de la Tierra, pero aun así reciben en una semana tanta radiación cósmica como la que una persona en la Tierra experimentaría durante un año.

Los investigadores piden que se vigile la salud sexual de los astronautas a su regreso de futuras misiones al espacio, señalando que ciertos antioxidantes pueden ayudar a contrarrestar los efectos nocivos al bloquear procesos biológicos dañinos.

Horizonte espacial

La advertencia se produce en medio de un renovado impulso a las misiones tripuladas al espacio, con la NASA y otras importantes agencias espaciales preparándose para expediciones a largo plazo a la Luna y viajes más ambiciosos a Marte.

El programa Artemis de la NASA aspira a enviar astronautas a la Luna el próximo año, así como misiones tripuladas a Marte en 2040. China también planea enviar una misión tripulada a la Luna en 2024 y la Agencia Espacial Europea (ESA) una misión tripulada a Marte en 2033. SpaceX, fundada por Elon Musk, tiene asimismo prevista una misión tripulada a Marte en 2029. Es la hora de pensar más en los astronautas.

Referencia

Neurovascular dysfunction associated with erectile dysfunction persists after long-term recovery from simulations of weightlessness and deep space irradiation. Manuella R. Andrade et al. FASEB Journal, 22 November 2023. DOI:https://doi.org/10.1096/fj.202300506RR