Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: Valencias del hafnio, o cómo perder 100.000 euros

Pié de foto: Esther en ‘¿Quién quiere ser millonario?’

Pié de foto: Esther en ‘¿Quién quiere ser millonario?’ / LA SEXTA

Ferran Monegal

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Hablemos hoy de los concursos. Viven ahora una gran explosión en todas las cadenas. Uno de los que ofrece el premio más suculento es ‘¿Quién quiere ser millonario?’ que presenta Juanra Bonet en La Sexta. Se puede ganar un millón de euros.

Es interesante analizar cómo se protegen las cadenas, mejor dicho, las productoras. No pueden estar dando un millón todas las semanas. Sería una ruina en lugar de un negocio. El otro día Juanra nos presentó a Esther, socióloga, profesora de lengua castellana, culta dama que declaró «soy de letras». ¡Ah! Ese ya es un dato fundamental para evitar que se lleve el millón. Los guionistas ya saben que su talón de Aquiles son las preguntas de ciencia. Esther pasó las primeras preguntas facilmente, tipo ‘¿Si en un bar de Catalunya pides un bikini, te dan un filete de pollo o un sandwich de jamón y queso?’. Ese primer tramo da grandes satisfacciones. El concursante tiene la sensación de que está chupado. Pero cuando Esther jugaba por 100.000 euros la pregunta fue «valencias del elemento químico hafnio». Y claro, tuvo que abandonar. Se llevó 50.000 euros, que no está nada mal, pero el millón se esfumó. Es evidente que tras declarar «soy de letras» esta pregunta de química, tan específica, era para hacerla caer. Habría que ser Dmitri Mendeléyev para responderla. La estrategia de los concursos es sencilla. Hay preguntas que ya saben que nunca se aciertan. Las dinastías chinas del siglo XX a.C., por ejemplo, son una trampa perfecta. ¿Cual fue el tercer emperador de la dinastía Xia?. Eso no lo responde ni Marco Polo.

En el concurso ‘Atrapa’m si pots’ que presenta Llucià Ferrer en TV3 hay ahora mismo 64.000 euros de bote. Con preguntas como «¿Qué activista antifranquista fue la primera locutora en lengua catalana de La Pirenaica?» se garantizan la permanencia de ese bote como vistoso gancho en aumento. Volviendo a ‘¿Quién quiere ser millonario?’, al esposo de Esther, Óscar, que estaba como apoyo puntual para su esposa, Juanra le preguntó cuál era su especialidad. Contestó: «Lo que mejor se me da es hacer bulto». ¡Ahh! Falta un concurso de ironías en la tele. La ironía es la sublimación de la inteligencia. «La tele es el chicle de los ojos, vas parpadeando, te engancha, pero nunca te alimenta» me dijo hace más de 20 años el siempre sorprendente y picante poeta Joan Brossa en un debate sobre tele en BTV.

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