Carme Chaparro: "Me tuve que mudar por culpa de un acosador"

Carme Chaparro es, desde hace años, una de las caras más representativas de los informativos de Mediaset. Por eso sorprendió tanto que cuando el grupo audiovisual presentó su nueva etapa (con Carlos Franganillo al frente) no apareciera su nombre. La periodista catalana avanza que dentro de poco la veremos en una nueva franja de 'Informativos Telecinco matinal', aunque ahora está centrada en la promoción de su última novela, 'Castigo' (editada por Espasa), una historia en la que se entremezclan programas televisivos de sucesos, maltrato infantil, crímenes, sentimientos de culpa y acoso, del que ella también ha sido víctima.

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En 'Castigo' recupera personajes de su anterior libro, 'Delito'. ¿Será trilogía, como la que escribió de Ana Arén?

Ni yo misma lo sé. Pero los que lleguen al final de 'Castigo' sabrán que se quedan al borde de un precipicio y puede que necesite tercera parte, aunque está sin rumiar.

El periodismo televisivo no sale muy bien parado en la novela, con colaboradores que se llevan a matar, con directores que se alegran de que su presentadora llore para que suba la audiencia...

El libro es ficción y en las ficciones todo se lleva al extremo. Pero la televisión es un reflejo de la sociedad, refleja lo que vivimos, lo que sentimos, y cuando hay hay emociones fuertes el público se siente mucho más apegado a la historia.

En la novela mata a un niño. No todos los escritores se atreven.

Duele mucho porque no puedes evitar imaginar que es tu niño. Yo no puedo jugar al póker porque me pillan, con la cámara soy muy transparente, no finjo y cuando voy contando las cosas me emociono. En la novela hay muchas historias de niños que han sufrido de pequeños y, cuando tenía el primer borrador y lo releía, lo pasaba mal porque son novelas muy emocionales también. No es solo: voy a buscar al asesino.

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'Castigo' habla mucho de la culpa. ¿Usted también es estricta consigo misma?

No se me ven los latigazos porque son más emocionales, porque si no los tendría marcados. Con el tiempo he aprendido a no ser tan estricta, pero estoy todo el rato con ese sentimiento de culpabilizarme, normalmente por tonterías. Creo que tiene mucho que ver con todo lo que pasé en el colegio. Todavía, sin darme cuenta, lo arrastro.

El 'bullying' le marcó.

En aquella época no se llamaba así. Tampoco me pegaban. Tuve la suerte de que no hubiera móviles, así que salía de clase y se acababa. Me costó encontrar a un grupo de compañeros porque el resto nunca me invitaban, en el patio nunca estaba con los demás, me llamaban cerdita y gordita... Entiendes que eran cosas de niños de aquella época. Pero, al cabo del tiempo, asimilas que muchas cosas que sientes ahora vienen de ahí. Como lo de caminar encogido porque quieres hacerte pequeñita, esconderte. Es un proceso que tardas tiempo en quitarte. Primero tienes que ser consciente de lo que te pasa.

Uno de sus personajes, Santi, tiene un alter ego, Delito. ¿Cómo sería el suyo?

Me encantaría que fuera astronauta, lo que quería ser de pequeña. Tuve la mala suerte de no conectar con los profesores de física y química del instituto, pero leo mucho de ciencia y me encanta la ciencia ficción.

"He tenido cientos de trolls por ser feminista"

"Los personajes de televisión levantan pasiones, pero también odio exacerbado", escribe en 'Castigo'. Usted también lo ha sufrido.

Sí. He tenido la suerte de que la gente se me ha acercado siempre con mucha amabilidad, pero tuve un acosador que tiene dos condenas. Fueron años de decenas de perfiles falsos amenazándome. Me tuve que mudar porque sabía la dirección de mi casa y el colegio al que iban mis hijas.

¿Está en la cárcel?

No llegó a entrar. Le condenadon a dos años, pero el juez puede decidir que no entras. Cuando puse la primera denuncia, hace 12 años, nadie me hizo caso, no se creían que alguien me pudiera hacer algo a través de las redes sociales. En el juicio el fiscal ni se presentó. Cuando saqué mi primera novela, 'No soy un monstruo', esa persona se presentó en una firma de libros en València. Me tuvieron que meter en un despacho e ir llamando a los lectores uno por uno para que entraran y yo no me encontrara con él. Después había quedado con unos amigos en la estación y me comenzó a increpar. Entonces la justicia lo creyó un poco más porque había roto la barrera física. Lo condenaron a dos años de alejamiento.

¿Todavía condiciona su vida?

Muchas veces voy mirando en las firmas de libros. Tampoco digo nunca en las redes sociales dónde estoy, siempre hago las publicaciones después. Con mi primer libro fui al resto de firmas con un guardaespaldas con pistola. Eso claro que condiciona tu vida, pero no puedes dejar que te condicione tanto. Hubo una época en la que lo pasé muy mal y ahora me doy cuenta de todo el tiempo que he perdido pensando en ese tipo.

Es la impunidad que da a veces internet.

Hay locos que la toman de manera personal con algunas mujeres. Porque fíjate que casi siempre son hombres con mujeres. Y luego está la impunidad global de ciertos grupos que crean mentiras. Yo he tenido cientos de trolls por ser feminista.

"Estamos preparando reformar la edición matinal de 'Informativos Telecinco'"

La mayoría del público la conoce como presentadora de informativos. ¿Cuándo volveremos a verla en esa faceta?

Desde que desaparecí de pantalla estoy en la redacción de informativos, que es mi casa, y estamos preparando reformar la edición matinal de 'Informativos Telecinco'.

¿Será un espacio más de autor?

Sí, pero con todo el equipo, también con las presentadoras, Laila [Jiménez] y Arancha [Morales]. Es un equipo maravilloso y hay gente a la que conocozco desde hace 27 años, desde que entré [en Mediaset]. Estamos definiéndolo todavía y viendo cómo hacer bloques más de autor, contando la actualidad de una manera más reflexiva.

¿También con entrevistas?

Carlos Franganillo también hace entrevistas por la noche en su informativo, y a mí me parece muy bien porque hay veces que las necesitas para contextualizar.