Abril Zamora: "He sido muy destructiva conmigo misma y he sentido que era la peor del mundo"

Actriz, guionista, directora, profesora de 'Operación Triunfo' y ahora también escritora. Abril Zamora Peláez (Cerdanyola del Vallés, 1981) ha roto todas las barreras y se ha convertido en el modelo a seguir de los jóvenes de una nueva generación que busca referentes con los que sentirse identificados. Sus reivindicaciones en el programa de Prime Video han hecho que los espectadores empaticen con ella y se sientan comprendidos. En sus clases, la intérprete muestra sus inseguridades y remarca la importancia de que las personas 'no normativas' formen parte de estos formatos televisivos para ganar visibilidad. En 2017, la intérprete inició un proceso de transición al identificarse como mujer. La actriz compartió su camino y visibilizó las dificultades con las que se encuentra el colectivo, siempre reivindicando una mayor diversidad de personajes de las personas trans dentro de la industria audiovisual.

La actriz catalana es natural y divertida. Podría parecer segura de sí misma, pero convive con un síndrome del impostor constante que a veces le hace menospreciarse. Y no porque su trayectoria sea menor. Zamora ha participado en series como 'Vis a vis' y 'El desorden que dejas'. Además, ha sido guionista de 'Élite', entre otras, y su proyecto más importante fue 'Todo lo otro', una serie de HBO Max que escribió, dirigió e interpretó. Pero ese sentimiento que le hace dudar de su capacidad y sus logros siempre ha estado presente. También ahora que presenta su primera novela -más allá de los libros que escribió inspirados en 'Élite'- con la que debuta como escritora, 'Ana ha besado a otro'.

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"La veo como mi primera incursión en la novela y me da mucho vértigo porque no quería sentir que era una intrusa", confiesa Zamora en una entrevista con este diario, aunque realmente lleva muchos años escribiendo guiones de teatro, series y películas. "Mi pacto honesto con este proyecto fue escribirlo desde quién soy yo como autora. Por lo tanto, siempre lo imaginé como si fuera un proyecto audiovisual", asegura la escritora. De hecho, la intérprete sueña con que este libro llegue a convertirse algún día en una serie o una película.

Una historia de amor

La protagonista de la historia, Ana Luisa Borés, tiene pareja, pero se besa con otro chico en una fiesta. Este es el detonante que hace que la protagonista cuestione su relación y reflexione sobre la infidelidad y el amor. "Quería escribir sobre relaciones personales, los límites de la fidelidad y la carga que tenemos muchas veces las chicas en torno a lo que supone para nosotras disfrutar del sexo", explica Zamora. Una situación que a ella misma le genera un debate interno: "Mi cerebro me dice que la fidelidad no es tan importante, pero a mi estómago le cuesta procesarlo porque es el eco de la educación que he recibido a nivel audiovisual o social".

Para el personaje principal del relato, una cosa "tan pequeña y sencilla" como un beso se convierte "en una mochila llena de piedras". La protagonista aparece acompañada de sus dos amigas inseparables, Bea y Diana. "Todas las chicas tienen mucho de mí en diferentes aspectos", confiesa la actriz. La intérprete se siente reflejada en la protagonista por su manera de reaccionar ante sus inseguridades, que le hacen "dar vueltas en círculo". Luego están las dos caras de la moneda: Bea, que es mucho más liberal, y Diana, que a pesar de ser un personaje trans tiene un pensamiento más clásico. "Parece que por ser trans tienes que tener una mentalidad moderna, pero creo que eso es un cliché", expone la autora.

Inseguridades y miedos

Aunque Zamora ha recibido buenas críticas y los lectores se están identificando con los personajes y las tramas de la novela, el síndrome de la impostora le acompaña. "Cuando salió estaba aterrorizada, pensando que era la peor historia del mundo y un desastre", confiesa Zamora. "Soy incapaz de relajarme en ese aspecto. Siempre tengo el freno de mano puesto a la hora de creerme las opiniones de los demás. Es injusto", reconoce la directora.

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La profesora de interpretación ha sido muy "destructiva" con ella misma a lo largo de su carrera. Recuerda que, cuando escribió, dirigió y protagonizó la serie 'Todo lo otro', se sentía "la peor del mundo". Poco a poco empezó a hacer el ejercicio de valorarse a sí misma. "Estoy aprendido a dejar que mis miedos no cojan las riendas de mis decisiones. Disfruto escribiendo y sé que hay gente a la que le gusta lo que hago. Eso hace que mi trabajo valga la pena", desvela.

Ese síndrome de la impostora también aparece cuando confiesa que nunca ha sido "una gran lectora" y no ha devorado muchos libros a lo largo de su vida. "Antes me daba vergüenza decir que no había leído mucho o que no sabía cuál era la capital de cualquier país", desvela. "Esa es la persona que soy, no tengo que avergonzarme de ello", reflexiona.

Reconocimiento "abrumador"

La intérprete ha conquistado a la nueva generación de 'Operación Triunfo' en Prime Video, que vivirá su final el próximo lunes 19 de febrero. Un reconocimiento por parte del fenómeno de masas que despierta el programa que en un primer momento le pareció "abrumador". "En realidad, lo único que hago es dirigir canciones. La gente me decía cosas muy bonitas y me parecía flipante", confiesa. El hecho de que alguien como ella esté en la televisión pone en valor su trabajo: "Es importante ver a una persona como yo en un lugar como este, donde lo que se valora es el esfuerzo, la empatía y la humanidad".

Después de haber reflexionado sobre las deslealtades y las relaciones, Abril Zamora sigue creyendo en el amor. "Me encanta sentir esas chispas y escuchar violines", confiesa, aunque cada día es más consciente de que "eso es una cosa efímera". "Es maravilloso pelear por una relación, hablar las cosas e intentar llegar a buen puerto, pero si las cosas no funcionan también es bonito saltar del barco", expresa. "Solo tenemos una vida y no hay que hipotecarse emperrándose en sacar un proyecto sentimental adelante", concluye la actriz.