La crítica de Monegal: La insoportable ternura del ‘chef’ Matías

Nunca, en toda la historia del concurso gastronómico ‘Joc de cartes’ (TV3) –y lleva ya siete temporadas– se habia producido semejante situación. Este ‘chef’ que aparece en la videofoto adjunta, Matías, quedó tan impresionado, subyugado, enamorado, de otro restaurante contra el que competía, que le dio una puntación inaudita: Cocina, 10; Comida, 10; Sala, 10; Servicio, 10; Precio, 10. ¡Cinco dieces!

«Yo eso nunca lo había visto», decía atónito el presentador Marc Ribas. Los otros ‘chefs’, también muy sorprendidos, malhumorados, y cabreados, exclamaban: «¡Ha reventado el concurso!». ¡Ah! Es un tema muy bonito. Normalmente en este programa los ‘chefs’ rivales procuran darse puntuaciones bajas entre sí. Es una forma de castigar al contrincante, y condenarle a la irrelevancia culinaria. Son tácticas habituales entre ellos. Lo tienen asumido. Parece que a la audiencia nos gusta ver cómo se hacen ‘putaditas’ entre ellos. El mal rollo entre los ‘chefs’, las puyas, la inquina, los rivales transformados en enemigos... La mezquindad entre los concursantes es un ingrediente ideal para el ‘show’ televisivo. ¡Ah! La tele, y nosotros, somos así, amiguitos. Pero en esta ocasión ha ocurrido lo contrario. Un ‘chef’ ha dado la máxima puntuación a su enemigo, y eso ha resultado insoportable. Es para meditarlo, sí. Matías, nada más entrar en el restaurante rival, y ver la decoración, la sala-comedor, la cocina..., quedó absolutamente seducido. Decía: «Es un sueño erótico hecho realidad visual». Luego, cuando comenzó a degustar los platos que su ‘chef enemigo’ le servía, su éxtasis llegó al ‘summum’. «Eso no es cocina, eso es un orgasmo». Y no paraba de llorara lágrima viva, emocionado, enternecido, cada vez que le hincaba el diente al menú. Hombre, a mi me parece que Matías nos ha dado una lección.

Este concurso-enfrentamiento entre ‘chefs’ y restaurantes, lo produce Magnolia TV (de la colosal multinacional televisiva Banijay) para varias cadenas autonómicas. En TeleMadrid se llama ‘La cuenta por favor’. En Euskal Telebista ‘Juego de Cartas’. En la valenciana A punt, ‘Cartes en joc’. Y dentro de unas horas Alberto Chicote estrenará en La Sexta una versión similar titulada ‘Batalla de restaurantes’. El título no engaña. Ya no hablan de un ‘joc’ (un juego), sino de una batalla, una guerra. Es lo que lo que la televisión necesita e impulsa. La pelea. No interesa la ternura.

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