La crítica de Monegal: Al pastel de cumpleaños de TV3 le faltó la guinda

Ha estado muy graciosa la actriz Judit Martin haciendo el clásico número de la ‘vamp’ que sale del pastel, en este caso del 40 cumpleaños de TV3. Solo discrepo de que pusieran fresas en la tarta en lugar de guindas. Los maestros de la repostería evitan el empalagoso dulzor colocando en guindas al marrasquino. Dan un punto vigoroso. Un golpe de energía.

Por ejemplo, cuando saludaron al grupo de exdirectores de TV3 que florecían en la grada de invitados, he echado en falta la guinda Vicent Sanchis, artífice de la transformación de la cadena en trinchera del ‘processisme’. El rescoldo de su jefatura almogávar, en TV3 todavía perdura. Pero vayamos a lo festivo. La conducción por parte de Albert Om ha sido fluida. Empática. Ha sido particularmente interesante cuando nos recordó que en toda la historia de TV3, programas de cotilleo del corazón, no ha habido. «Los catalanes los miramos allá (cadenas españolas), pero aquí no los queremos», advertía con ironía. Sí, es una dislexia curiosísima. Pero tiene matices.

En TV3 se hace cotilleo a condición de que sean personajes de la ‘celtiberia show’, o sea, mirando ‘al país vecino’. Sobre la ‘high society nostrada’, la de aquí –que también da para mojar pan a gusto– hay mutismo. Debe ser la ilusión por ‘el fet diferencial’, tan risible. Otro buen momento ha sido cuando Jordi Évole, reviviendo sus tiempos de ‘El follonero’, le gritó a Buenafuente: "Has vuelto a TV3 ¿eh? En España ya no haces gracia". ¡Ah! Qué picante puñalito. Tiene la ventaja Buenafuente que en los monólogos que ahora hace en TV3 lanza unas puyas que cuando trabajaba para Atresmedia, o Movistar +, no se atrevía. ¡Ah! El factor geográfico condiciona la dirección del tiro. Sigamos. El ejercicio ‘fake’ que han hecho sobre Pepe Rubianes, suplantándole, ha sido luminoso. Han demostrado que en la tele cualquier realidad puede ser trampeada, y la audiencia se traga, sin saberlo, ruedas de molino.

Si tuviera que elegir un momento elijo el merecido homenaje que le han hecho al mítico regidor Josep Antón Nus. Desde Tremp nos contaba: "Yo les decía a los del público: aunque no os guste, cuando yo lo diga vosotros os ponéis a aplaudir ¡Y aplaudían!". ¡Ah! Qué perspicacia la de Nus. Llegó a TV3 como electricista, pero enseguida se dio cuentade quee allí el futuro estaba en guiar al público. El rebaño siempre necesita un pastor que lo conduzca.

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