La crítica de Monegal: Sardà también reclama amnistía: ¡un programa en TV3!

A Xavier Sardà le han hecho un amable ‘rendez-vous’ en el programa ‘Col·lapse’ (TV3). Un detalle cariñoso para quien fue el gran ‘showman’ de finales del siglo pasado con sus ‘Crónicas marcianas’. Es justo que en TV3 se acuerden de Xavier Sardà, al que han ignorado tanto.

Precisamente, hablando de lo poco que ha pisado esta cadena en los últimos 20 años, Sardà tuvo un rapto de energía, trufada de ironía, y advirtió: «Ahora que hay amnistía a lo mejor aquí me dan un programa. Ahora que estamos en una situación especial, TV3 podría darme un programa». ¡Ahh! Pero inmediatamente añadió: «No, no, yo no estoy en la órbita... ¡no soy ‘indepe’, vaya!». Esta reclamación de Sardà, aunque haya sido acompañada de una aparente frenada y marcha atrás, es interesante. En primer lugar, debo decirle, con toda cordialidad, que ‘Col·lapse’ es un programa gafe para que TV3 te haga caso. Tiempo atrás Jordi González pidió desde ‘Col.lapse’ que le dieran un programa. Y ya ha pasado más de un año y no le han hecho ni caso.

Y en segundo lugar, lo que hay que preguntarse es: ‘un programa en TV3 ¿para hacer qué?’. Esta pregunta, a estas alturas de la película, es fundamental. A pesar de que a veces me pregunto qué diablos está haciendo ahora mi admirado Xavier abrazado a las domésticas tardes de Ana Rosa, me resisto a pensar que con su dilatada trayectoria, y su sabiduría, aceptase meterse en cualquier plató, haciendo lo que sea, con tal de mostrarse y que le enfoquen las cámaras. Lo de ‘voy a hacer entretenimiento, que es lo que la audiencia necesita’ ya no cuela entre los que conocemos el percal y peinamos canas.

Ahora mismo es noticia el periodista Carlos Franganillo. Deja el ‘Telediario’ de TVE y se va a Telecinco. Quizá le han hecho una proposición de aquellas de la película ‘El padrino’: «Una oferta que no podrá rechazar». Pero por irresistible que sea la propuesta, Franganillo también peina canas. Tiene experiencia. Y prestigio profesional. O sea que su incrustación en Mediaset es de suponer que irá acompañada de un cambio profundo en los informativos, y en la valoración del periodismo, tan despreciado por la cúpula de este imperio que solo aceptaba hablar de ‘comunicadores’ como sinónimo del ‘show’ transversal. A mí me gusta pensar que al menos a partir de una cierta edad, por dorada que sea la píldora, ya no tragas. Llámenme ingenuo.

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