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La crítica de Monegal: La tortilla francesa de dos huevos de Pere Aragonès

MONEGAL

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Ferran Monegal

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Ha aceptado Pere Aragon'es esta semana participar en la espuma del ‘LateXou’ de Marc Giró (TVE Catalunya). Fue una sorpresa. Fuera del propio ‘show’ de la política, yo no había visto todavía al 'president' Aragonès sumergido en los gaseosos ‘shows’ de la tele.

Ha sido una simpática sesión, dentro de lo que podía esperarse de ella. Fundamentalmente la pirueta presidencial ha consistido en transformarse en cocinero y elaborar una tortilla francesa de dos huevos. Hombre, estando inmerso ahora Aragonés en la construcción del ‘Acuerdo de Claridad’ con el Gobierno central, quizá hubiera sido más oportuno hacer una tortilla española. Lo interesante ha sido cuando ha dicho que, para cocinar bien, el cocinero tiene que llevar sus propias herramientas. En este caso, la espátula y la sartén.

Estoy de acuerdo. Winston Churchill no firmaba nunca un tratado con un adversario extranjero si no era con su propia pluma, una Conway Stewart. Aunque el acuerdo no fuera del todo bueno para Inglaterra, al menos la firma era con una pluma ‘british’ auténtica. La presencia de Aragonès en ‘LateXou’ lo aproxima a la ciudadanía en clave de comedia. Xavier Graset (‘Més 324’, TV-3) acaba de entrevistar a Giuliano da Empoli por su libro ‘El mago del Kremlin’ (Seix Barral). Hablaban de lo mucho que hay de teatro en la política. Decía: «Una vez le preguntaron a Ronald Reagan cómo podía ser que un actor llegase a presidente de los Estados Unidos de América. Contestó: 'Lo raro sería que alguien llegase a presidente sin ser actor'».

LOS QUE SIEMPRE PIERDEN .– Acaba de colgar Movistar Plus + un informe documental que les recomiendo. Se titula ‘Los gregarios’. Retrata a esa nube de ciclistas que hay en todas las carreras, esos del pelotón, cuya labor consiste en pedalear como descosidos para que triunfe la estrella del equipo, y no ellos. Son asistentes sobre la marcha o empleados de la limpieza. Desbrozan el camino del líder, le cuidan, le miman, para que gane la carrera. Mediáticamente no cuentan. La tele nunca les enfoca. El que fue famoso ciclista Pedro Delgado contaba: «Uno de mis gregarios me dijo una vez que su hijo le preguntó: 'Papá ¿por qué tú no ganas nunca?' No supe qué responderle». ¡Ahh! Cómo admiro a esa nube de gregarios del pelotón. No ganan nunca, pero sin ellos el líder, la estrella, el famoso, tampoco.

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