La crítica de Monegal: Bricolaje del ‘pal de paller’, la ‘rauxa’ de la tribu

Ahora resulta que TV-3 ha suspendido la reposición veraniega de algunos capítulos del programa 'Bricoheroes'. Dicen que han incurrido en prácticas publicitarias indebidas. No sé si se refieren a una empresa de telefonía, molt nostrada, a la que suelen impulsar diciendo cositas como "¡Les nostres trucades no tenen que passar per una empresa de Madrit!". Esta suspensión puntual ha causado decepción en quienes esperaban que fuera por otro motivo: porque dicen "¡Puta Espanya!", porque se ciscan en la Policía, en la Guardia Civil, o porque dicen que es mejor llevar una esvástica que una bandera española. A veces hasta cargan contra los 'pijitos' del barrio de Sant Gervasi de Barcelona "que van a las habaneras de Calella y solo saben decir 'La bella Lola', porque se dice igual en catalán y en castellano". Hombre, sobre esto de los 'pijitos’ hasta puedo coincidir, pero es muy ingenuo pensar que por todo esto puedan cesarles. El todavía director de TV-3, Vicent Sanchis, y la presidenta de la Corpo, Núria Llorach, saben muy bien para qué crearon este espacio. Camuflado de falso humorismo, en realidad es otra trinchera, como 'Està passant', 'FAQS', 'Tot es mou', etc. Pero tranquilos, 'Bricoheroes' no peligra. Informaba este viernes la sección de Televisión de EL PERIÓDICO que ya se está grabando la tercera temporada, con nuevos capítulos.

Los protagonistas, Peyu y Jair Domínguez, también saben bien el papel que tienen que jugar. Son dos criaturas con ingenio. Se equivocan quienes les atacan diciendo que no tienen gracia. La tienen. Peyu trabaja la variante agropecuaria y Jair, la poligonera. Y ambos confluyen haciendo bricolaje ideológico. Aquí no aprendes a hacerte una silla. Aquí te enseñan, por ejemplo, que cuando están en la montaña y hay peligro de que ataque un oso, cambian de idioma y se refieren a la bestia en castellano. Es el arte de la asociación de ideas: ante un animal que te puede matar, que la parroquia lo asocie a lo español.

Pero son animaladas esporádicas. Cuando dejan el taladro tienen golpes divertidos. No hay que enfadarse con Peyu y Jair. Han entendido qué tipo de servicio tienen que cumplir para ser bien vistos en TV-3 y Catalunya Ràdio. Por cada perdigonada ganan puntos. Lo triste es que este bricolaje de 'pal de paller’ no es la sabiduría socarrona y 'rural' lo que dibuja: solo es la ‘rauxa' que quiere TV-3. Un concepto aldeano, rupestre y tribal de cadena y de país.

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