30 años de El Terrat

Buenafuente: "Las instituciones no tuvieron tino para consolidar la industria audiovisual catalana"

El presentador de 'Late motiv' repasa la historia de El Terrat en una serie documental que estrena Filmin este martes

Buenafuente, en 'El Terrat: los primeros 30'

Buenafuente, en 'El Terrat: los primeros 30' / EL TERRAT

Marisa de Dios

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"En la vida puedes aspirar a tener solo una buena idea. Y la mía fue montar El Terrat" dice Andreu Buenafuente sobre la productora que creó a finales de los años 80 y vendió a Mediapro en el 2019, que ha dado pie a cerca de 300 programas y series, como 'Sense títol', 'Plats bruts', 'Malalts de tele', 'Homo zapping', 'Salvados', 'Buenafuente', 'Mira lo que has hecho', 'Late motiv', 'La resistencia'... El cómico catalán que revolucionó el 'late night' televisivo en España aborda sus 30 años de historia en 'El Terrat: los primeros 30', una serie documental de cinco capítulos que estrena Filmin este martes 27 de abril con una doble entrega, en la que repasa junto a su amigo Frankie De Leonardis los mejores y peores momentos de la trayectoria de una empresa que es también la historia de su vida. Los siguientes episodios se emitirán los jueves 6 de mayo (el tercero), 13 de mayo (el cuarto) y el 20 de mayo (el quinto).

¿El título de 'El Terrat: los primeros 30' es una declaración de intenciones de que a la productora le quedan muchos años más?

Es un ejercicio de optimismo muy potente, pero no deja de ser otra broma más. La intención y las ganas de seguir sí que están. Y la mejor manera de celebrarlo es estar trabajando.

Esta docuserie habla de su productora, pero también de su vida, porque sus historias han estado siempre ligadas.

Es la historia de mi vida, pero creo que queda claro en la conversación con Frankie que también es una historia muy colectiva. En El Terrat hemos creado unas 300 producciones, y los proyectos los hace la gente. Sin ellos, yo hubiera seguido haciendo un programa sencillito de radio. Yo doy la cara, es algo que acepto y he disfrutado, pero hay mucha gente implicada en los diversos tramos.

En el documental reconoce que usted se formó trabajando, porque era mal estudiante y no aprobó BUP.

Y no lo recomiendo. Es un tema del que no he hablado mucho, casi por responsabilidad social. Tuve suerte porque pillé unos caminos propicios para desarrollar lo mío solo con la experiencia y sin titulación. Creo que fui el último aprendiz y he aprendido trabajando y formándome sobre la marcha.

Usted ha lanzado la carrera de un montón de cómicos: Edu Soto, David Fernández, José Corbacho... ¿Es de lo que más orgulloso se siente?

Quiero matizar eso porque a veces me puedo adjudicar algo que no es exactamente así. Yo creo que ha sido siempre una cosa de contacto con el talento y hemos creado las condiciones para que florezca. He tenido a un montón de gente buena a mi lado, esa gente tenía proyectos y yo los potenciaba. Es agotador llevar tu carrera y, además, crear las condiciones para que haya más carreras, pero eso es algo que también nos hace bastante especialitos en El Terrat.

"He tenido a un montón de gente buena a mi lado, esa gente tenía proyectos y yo los potenciaba"

Dice que en la vida solo puedes aspirar a tener una buena idea, y que la suya fue montar El Terrat, de la que ha podido vivir.

Le he sacado mucho jugo porque la he mimado, la he visto crecer, la he escuchado, a veces me he equivocado en su desarrollo, otras me ha salvado... La idea de juntarnos unos cuantos para hacer tonterías generó una productora involuntariamente, porque no era algo que estaba en mis planes. Yo llevaba 10 años en la SER y me dijeron que tenía que contratar a la gente, porque éramos muchos. Me tuve que inventar una marca que se llamaba El Terrat para pagar a los que trabajámos en el programa de radio.

En la docuserie confiesa que la productora le ha quitado el sueño durante muchos años, por sus problemas económicos.

El Terrat me lo ha dado todo y casi me lo quita todo, pero la media de satisfacción es alta. Cuando petó la crisis del 2008, a mí me dio un guantazo en toda la cara y casi estuvo en peligro la continuidad de la compañía. Pero la propia pasión nos sacó de eso cuando los bancos estaban con su rifle a punto. Si no nos hubiera gustado tanto, hubiera cerrado como tantas otras empresas de este país. Además, vamos a quitarle épica, es que tampoco teníamos nada más y yo solo sé hacer esto. Recuerdo hacer programas cuando peor estaba todo y me daba cuenta de que me lo pasaba pipa, y pensaba: ¿seré tonto o un inmaduro? Ahí hay una lección chula: si amas tu oficio, tu oficio te puede salvar.

Buenafuente, rodeado del primer equipo de El Terrat.

Buenafuente, rodeado del primer equipo de El Terrat. / CARLES FARGAS

También habla de su lucha contra la ansiedad y el estrés a lo largo de los años. ¿Uno llega a curarse del todo algún día?

He querido hablar de eso porque yo mismo, en mi programa, recibo a gente que habla de depresiones, alcoholismo, 'bullying', y creo que es sano hacerlo, la sociedad tiene que airearlo y normalizarlo. Los que somos ansiosos, aprendemos a llevarlo, a quitarle importancia, pero no lo olvidamos. Yo creo que he aprendido mucho, aunque siempre está ahí el fantasmita que te dice que hoy no estás fino y yo le respondo: ¡Cállate! ¿No ves que tengo que trajabar? Mi gran suerte ha sido la comedia. Yo no sé qué me hubiera pasado si, con esos trastornos que tuve hace años, no me hubiera dedicado a la comedia. No digo que la comedia cure, pero sí que es paliativa.

¿Le ayudó mucho la terapia?

Me parece que no hubiera podido superar todo lo que vino después si no hubiera hecho esos ocho o nueve años de terapia. La terapia es la confianza en un diálogo, pero tienes que hacerla durante mucho tiempo. Y yo pensé: ¡Madre mía! Si a mí no me dura nada ni cinco minutos, ¿cómo voy a hacerlo? Y me inventé la tesis de que iba a estudiar a Andreu, como el que estudia inglés o piano.

"Con mis trastornos de ansiedad, no sé qué me hubiera pasado si no me hubiera dedicado a la comedia"

¿Qué ha aportado El Terrat a nuestra industria audiovisual?

Eso es mejor que lo digan otros. Albert Om dijo una vez una cosa muy bonita: que algún día se estudiaría la escuela de El Terrat como la Escuela de Cine de Barcelona. Por ejemplo, cuando nosotros llegamos casi no había guionistas de humor en televisión. Nosotros empezamos a aportar guion con Toni Soler, Albert Om, Xavi Cassadó, Pep Bras...

Dinamizaron la industria.

Sin duda. Cuando estábamos en Barcelona produciendo para toda España, otro productor me dijo: Ya sabes que hacerlo aquí te va a costar un 15% más por los desplazamientos. Por eso te digo que eché de menos más apoyo no solo a mí, sino a todos los que estábamos en aquella época.

¿Apoyo de las instituciones catalanas?

Catalanas, locales... Se podía haber consolidado mucho más la industria audiovisual catalana pero las instituciones no tuvieron el tino necesario. Yo le dije una vez a un responsable político: tenéis como un parque tecnológico audiovisual aquí, ¿por qué no hacemos algo? Y dejaron escapar la oportunidad.