La histórica 'voz' del balonmano

Luis Miguel López: "Sigo anotando todo en un bloc, pero con este ritmo bestial me pillan a veces"

El comentarista de Gol explica en su vuelta a la tele tras 13 años que no se fía de las estadísticas online y prefiere llevar las suyas

GENTE  Fotos de LUIS MIGUEL LOPEZ  historico narrador del balonmano en TVE  que ahora vuelve de su retiro en Gol TV

GENTE Fotos de LUIS MIGUEL LOPEZ historico narrador del balonmano en TVE que ahora vuelve de su retiro en Gol TV

Juan Carlos Rosado

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Si los dobladores de las grandes estrellas de Hollywood acaban adheridos para siempre a las rutilantes figuras del cine por vía auditiva, algo muy similar sucede con los históricos narradores televisivos que han prestado su voz durante mucho tiempo a los diferentes deportes. Luis Miguel López (Castellón, 1953) es uno de esos privilegiados periodistas cuya voz ha quedado asociada para los restos al espectáculo que nos contaba, en este caso el balonmano. Aquí confiesa sin tapujos cómo ha sido su complicada vuelta a las tareas de narrador 13 años después de salir de TVE por el famoso ERE. La 'resurrección' de López hay que agradecérsela a Gol, que ha apostado por él a pesar de las dudas que asaltaban al propio interesado. Este viernes volveremos a oír la 'voz ' del balonmano en el Granollers-Bidasoa (Gol, 19.00 horas).

¿Cómo ha sido su reencuentro con la televisión después de 13 años?

Ha sido algo especial porque ya lo tenía como un tema cerrado. Me sorprendió la oferta de Gol y después de pensarlo mucho accedí.

¿Y por qué se lo pensó tanto?

Tenía dudas sobre si podía haber perdido ritmo de narración y conocimiento de los jugadores. En 13 años se ha rejuvenecido mucho el balonmano con gente nueva al irse muchos jugadores fuera. Por eso me cuesta más preparar los partidos que antes, pero internet me lo facilita mucho.

¿Qué o quién le hizo decidirse a dar el paso?

El que me dio el empujoncito final fue Juan de Dios Román antes de fallecer. Le pedí un consejo y me dijo que él no tenía ninguna duda de que yo tenía que estar ahí, y que a lo mejor mucha gente volvía a ver balonmano por oír mi voz. Fue lo que me faltaba para dar el sí.

"Mi padre (conocido como 'Chencho') llegó a retransmitir un rosario por la radio"

¿Es cierto que cuando tomó la decisión de volver gritó lo de “Aaaaadentroooo”?

(Ríe) Eso sería en la primera retransmisión. He utilizado esa expresión y la sigo utilizando porque la gente que me recuerda querrá escuchar al mismo Luis Miguel López. He hecho más de 1.300 partidos de un deporte que no es el fútbol. Y al final se asocia una voz con un deporte. Como pasaba con Pedro Barthe en el baloncesto, Gregorio Parra con el atletismo, José Ángel de la Casa con el fútbol…

¿Ha notado muchos cambios en la forma de trabajar de las televisiones?

Más que cambios en la mecánica, he visto que ahora es más difícil porque antes se viajaba y estabas in situ donde se jugaba. Ahora en cambio lo narras desde una sala de comentaristas. Yo había hecho poquitas transmisiones desde el estudio en una cabina. Eso lo hace más complicado si no estás muy familiarizado con la figura de los jugadores. En estos años he seguido viendo mucho balonmano, pero no es lo mismo verlo desde casa que como profesional. Hay jugadores que no conocía y hay mucho jovencito que debuta con 16 años. Pero la mayor dificultad que he encontrado es la velocidad, el ritmo que ha ganado el balonmano. A mi me gusta llevar mis propias estadísticas y tuve dudas si seguir haciéndolo. Me dije que por qué iba a cambiar ahora que soy mayor y que tengo menos reflejos. Yo no sigo las estadísticas online porque no me fío de ellas, sino de las mías. Me lo sigo haciendo yo solo con cuadernos antiguos de espiral, pero con el ritmo tan bestial que hay en los partidos me pillan a veces. Tengo todas las libretas con las anotaciones de los partidos desde 1984.

¿Qué hizo usted mal para que TVE le prejubilara en 2007?

Pues lo que hicimos 4.150 trabajadores. El Gobierno de Zapatero pensó que había que agilizar la plantilla de TVE por el gasto público y que sobrábamos más de 4.000. El ordenador tiró esa cifra para atrás y nos pilló a los que teníamos más de 50 años. Yo tenía 52. Fue así de duro. Ahí caímos toda una generación.

"Me pensé mucho lo de volver porque tenía dudas sobre mi readaptación"

¿A qué se ha dedicado estos 13 años?

Tuve la suerte de que a los dos meses me fichó el Ciudad Real como director general. Estuve allí hasta el 2013. Llevaba el tema deportivo. No tuve problemas. Fue relativamente sencillo adaptarme y me gustó muchísimo. Luego me jubilé en el 2018.

¿Cómo lleva lo de ser hijo de un histórico periodista castellonense de la SER como ‘Chencho’?

Con orgullo. Mi padre hizo de todo en la radio, hasta retransmitir un rosario. Tengo una anécdota cuando yo estaba en el carrusel de la SER haciendo partidos del Barça y el Espanyol. Vicente Marco conectaba con Castalia y decía aquello de “Castellón, Chencho, minuto y resultado”. Cuando iba yo después, decía: “Y de padre a hijo: Camp Nou, Miguel López, minuto y resultado”. Me gustaba mucho la radio, pero me fui al circuito catalán de TVE, con un gran cabreo de mi padre, que se pensaba que iba a estar toda la vida en la SER como él. En aquel momento valoré más lo económico que lo profesional.

¿Y no echó de menos el fútbol?

A mi me encantaba el fútbol y seguí cubriéndolo en TVE. En mi etapa de Radio Barcelona empecé incluso a retransmitir partidos. Iba a los entrenamientos del Barça y Espanyol y te hacías amigo de los jugadores. A mi un día al acabar el entrenamiento me llevó a la radio en su coche Johan Cruyff. ¿Se imagina que Messi o Ronaldo lleven a un periodista en su coche? Los jugadores eran más personas que ahora. Yo me hice amigo de Boskov (entrenador del Madrid), Luis Aragonés, Juanito, Benito… viviendo yo en Barcelona. También era amigo de Kempes y estuve en la casa de Breitner, Simonssen, Rumenigge, Platini…  

¿A qué otros periodistas deportivos de TVE rescataría del olvido como ha hecho Gol con usted?

A muchos. A Pedro Barthe, por ejemplo. Me gustaba mucho cómo retransmitía el baloncesto. Era una mente privilegiada. A José Ángel de la Casa, que tenía un estilo muy particular y muy de entonces. Y a Valentín Requena, con el que hice las motos.

¿Le perdonó a Antolín García que en su primer partido de balonmano le dijera que se iba al servicio y que no volviera nunca más?

(Ríe) Se levantó en el primer tiempo y no volvió hasta poco antes del descanso. Y me volvió a hacer lo mismo en el segundo. Al final me dijo que era una novatada. Antolín me enseñó la minuciosidad en la preparación de los partidos. Él me lo pegó.

"Tener que narrar desde un estudio sin viajar me lo hace más complicado"

¿Recuerda cuál fue su primera retransmisión en TVE fuera del fútbol?

De bowling. Estuve en Sant Cugat un año y pedí el traslado a Madrid porque no sabía catalán lo suficientemente bien como para retransmitir. Cuando llegué, me mandaron al Campeonato de España de bowling en la bolera Chamartín. Me pasé una semana yendo a esa bolera a comer y allí el campeón de Europa, que era español, me enseñó durante una semana lo que era el bowling. Yo apuntaba todo lo que me decía. Todavía lo conservo. ¡Jamás en la historia TVE ha vuelto a dar bowling!

¿Hay que darle a usted el pésame por la muerte de su “hermano” Juan de Dios Román?

Sí, él fue el primero en decir que era su hermano. Por eso yo empecé a decirlo también. Trabajamos muchísimo juntos. Convivimos mucho con tanto viaje y debí de caerle bien porque me incluyó en su ámbito familiar. Para sus hijos soy como de la familia.