TÚ Y YO SOMOS TRES

Un apátrida entre las autonomías

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Ferran Monegal

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Se pregunta esta semana el humorista Quequé en LocoMundo (Movistar+) qué pasa con los ciudadanos que no encajan en el diseño de las autonomías. Decía: «Si uno ha nacido pongamos por caso en Extremadura, de padres andaluces, y vive en Castilla y León pero trabaja en Madrid ¿de qué autonomía es?». ¡Ahh! La pregunta es trascendente. Diecisiete autonomías, dos ciudades autónomas, parlamentos, administraciones, banderas a porrillo, y resulta que sumergido en este despliegue autonómico tan aparentemente magnífico puedes acabar siendo un apátrida, un paria, un errante, un vagabundo. Quequé (Héctor de Miguel Martín) tiene un ingenio singular. Además de humorista tiene un punto de filósofo de cercanías interesantísimo. ¿Qué es una autonomía? se preguntaba circunspecto. Y concluía: «Es como dar vueltas con un coche eléctrico por el garaje,  hasta donde llegue el cable». No está mal visto. Al final llegó a la conclusión que el Estado debería instituir una nueva autonomía: la Autonomía sin territorio, un lugar vacío, donde no hay ni bandera, pero eso sí, con un único edificio:  El Corte Inglés. ¡Ah! Este apunte me parece muy lúcido: toda autonomía que no tenga El Corte Inglés es una autonomía de segunda. En Catalunya, y por reacción a la inversa, deberían tomar nota los devotos constructores del 'procés'.  En Inglaterra tienen Harrods, y en Francia La Samaritaine –aunque esté cerrada por remodelación desde 2005– pero aquí, desde que desapareció Casa Jorba en 1963, no tenemos unos grandes almacenes 'autentics i nostrats'. Es una 'estructura d’Estat' imprescindible.

UNAS ZAPATILLAS .– Conecta casi todos los mediodías Jesús Cintora ('Las cosas claras', TVE-1) con una habitación de hospital. Allí está ingresado, desde hace muchas semanas, el compañero Ernesto Ekaizer por covid. Ha estado grave, pero hoy le hemos visto alegre. Decía: «¡Jesús! ¡Hoy por primera vez me he puesto las zapatillas y he dado unos pasitos!».  Y le quedó a Ernesto esa cara que ponen los niños cuando descubren un regalito del ratoncito Pérez con una ilusión infinita. ¡Ah! Esta pincelada de Ekaizer sintetiza, y visibiliza, a los miles de enfermos y enfermas de covid que finalmente, después de mucho luchar y sufrir, pueden volver a ponerse sus humildes zapatillas. Y volver a dar pasitos por la vida.

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