El inviolable, el pícaro y la entrañable amiga

He seguido con atención cómo han dado los informativos de la tele la noticia de que finalmente la fiscalía anticorrupción va a investigar a Juan Carlos I. En particular me he detenido en el Telediario de TVE-1, que al ser la gran televisión pública del Estado cuando surgen lances que afectan a grandes instituciones estatales siempre suele hacer números circenses dignos de la más alta escuela contorsionista. En esta ocasión no han escurrido el bulto. El Telediario del lunes consideró esta noticia la más principal del día y abrió con ella el informativo. O sea, no la escondió. Como tampoco la escondieron ni A-3 TV, ni La Sexta, ni Tele 5, ni mucho menos TV-3. Parece pues que ahora ya hay consenso televisivo en retratar las obscuras martingalas monetarias del monarca-bis.

Hay una grabación, que todas las cadenas están emitiendo estos días, que a mi me parece particularmente ilustrativa. Debió ocurrir en una fiesta regia, no hace muchos años atrás, un copetín de alcurnia, con mucho personal cortesano desparramado por allí. De pronto la cámara se detuvo en un fantástico trío que protagonizaban Juan Carlos I, Iñaki Urdangarín y Corinna. ¡Ah! Qué terceto más hermoso y elegante conformaban entonces, y qué estampa más feísta vista en la tele hoy en día. Con lo que ya sabemos de los tres, hoy los vemos en el televisor y más que un noble trio parecen los Golfos Apandadores reunidos sobre moqueta fina. Juan Carlos como capo inviolable del grupo; Iñaki en calidad de yerno pícaro que sabe lo que hay y también quiere lo suyo; y la entrañable amiga  Corinna, que no es más que el instrumento que le pone glamur a las depredaciónes en curso. ¡Ah! Las imágenes de la hemeroteca televisiva nos proporcionan retrospectivas interesantísimas.

En TV-3, por ejemplo, se solapan ahora mismo imágenes retrospectivas sobre la investigación de Juan Carlos I y la de la Pujol’s family. Las tratan de manera distinta. No obstante han entrevistado en Tot es mou al exfiscal en jefe del TSJC,  José María Mena, y después de preguntarle sobre Jordi Pujol –caso Banca Catalana y todo lo que ha seguido después– pasaron a preguntarle por Juan Carlos I. Y Mena respondió: «Es curioso que ahora vayamos a hablar de un rey emérito, cuando hasta este momento parecía que hablabamos de otro rey emérito». Punzante ironía. Si no rey emérito, virrey seguro.