ENTREVISTA

Halldor Mar:" Me he integrado en Catalunya al 100% para no destacar"

El músico islandés, presentador de 'Katalonski', se ha soltado más en esta segunda temporada en la que, entre otras ciudades, ha viajado a Pekín y Budapest y ha vuelto a su país

HALLLDOR MAR KATALONSK

HALLLDOR MAR KATALONSK / periodico

Inés Álvarez

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El músico islandés Halldor Mar se vino a vivir a Barcelona sin saber que aquí se hablaba el catalán y pronto comprendió que tenía que aprenderlo para conectar mejor con los catalanes y su cultura. Pero hay unas 12.000 personas en el mundo que lo hablan sin necesitarlo. Son esos 'katalonskis' que nos descubre en el programa de TV-3. En esta nueva temporada, la segunda (TV-3, domingos, 22,40), Halldor se ha soltado aún más y sus locuras han propiciado momentos hilarantes. A él el catalán le ha cambiado la vida, ya que ha pasado a compaginar sus composiciones de folk acústico y alternativo con la televisión.   

Usted no es un 'katalonski' propiamente dicho. Porque aprendió el catalán aquí, en Catalunya. 

Sí. Cuando yo me vine a vivir aquí, no sabía ni que existía. Venía a España y pensaba que se hablaba el español. Y, claro, al principio para mí era chocante descubrir que una misma cosa la escribían de dos maneras diferentes. Hasta que acabas enterándote de que hay dos idiomas. Yo sabía  hablar castellano y luego di el paso poco a poco. Viendo mucho Buenafuente y Toni Soler fui aprendiendo. Y luego también con los niños al ir a la escuela.

Se empieza con el 'El sol solet' y....

En mi caso ha sido gradual. Pero te das cuentas de que conectas mucho más con la gente, la cultura y la esencia de los catalanes.

Pero el caso de los 'katalonskis' es mucho más sorprendente. Viven en lugares donde no se habla. 

Ya. En cambio hay gente que lleva años aquí y no lo habla. Y eso que los 'katalonskis' no lo necesitan. Aunque cada uno tiene sus razones. Yo he intentado integrarme al 100% para no destacar. Tengo esta manía.

"Me pidieron presentar el programa 'Katalonski' y me tiré a la piscina. No soy de cerrar puertas, sino de abrir ventanas"

¿Y cómo surgió lo de presentar el programa? ¿Hacía tele en Islandia?

No. Yo soy simplemente músico. Pero me llamó Oriol Gispert, el director, para que lo presentara. Es cierto que después de publicar el disco 'Winds', que son canciones catalanas en inglés, me habían llegado propuestas... Pero esta me hizo mucha ilusión. Y me tiré a la piscina. Porque no soy de cerrar puertas, sino de abrir ventanas. Comenzamos a grabar y aquí estamos con la segunda temporada.

En la que se le ve más suelto que en la primera. Hace más locuras.

Me he desatado. Me siento más seguro, con más experiencia y eso ayuda. Soy más yo. Y si hacemos broma, las hacemos bien. Saldrán escenas muy divertidas. Yo me lo he pasado muy bien grabando. Quitando el frío que he pasado.

¿Frío? Y eso que es islandés. Pero se divierte. ¿A eso le llama trabajo?

Es un rodaje muy divertido, sí: vives muchas experiencias, cosas que no has hecho jamás. Pero son muchas horas. Son rodajes muy intensos: en un día igual estás volando que bailando. 

¿Y en cuántos días han rodado estos 13 programas? O mejor dicho 12, porque el 13º es muy diferente,

Sí, el último, el de las familias catalanas que acogieron unos días a 'katalonskis' lo grabamos aquí. Pero normalmente son rodajes de viajes que duran cuatro o cinco días. Hay mucho trabajo. Es muy intenso, pero también muy divertido.

Las series están haciendo mucho por el catalán en el mundo.

Sí. Cada vez más. 'Merlí',  'Polseres vermelles'... todas esas series de TV-3 que están ahora en plataformas como Netflix son un gran medio para que la gente descubra el catalán. Tenemos ahí una mina de oro. Porque cada vez más gente se interesará por el idioma.

De una manera divertida, la cultura entra mejor.

Sí. Es lo que me pasó a mí. Yo empecé a hablar bien el catalán y a engancharme gracias a programas de Buenafuente y Toni Soler como 'Sense títol', 'Malats de tele'..., con los que me partía de risa. Y también con programas de radio como 'La competència', que también me encanta.

"Las series de TV-3 que están ahora en las plataformas son un gran medio para descubrir el catalán»

¿Cuál es es el personaje que más le ha impactado en 'Katalonski'?

Me sabe mal quedarme solo con una persona, porque son muchos. Aunque la historia de Leandro, de Buenos Aires, me ha tocado mucho. Tuvo agorafobia y se curó gracias a ver 'Polseres vermelles' y series así. Como tenía interés en estudiar el catalán, gracias a eso salió de casa después de un año encerrado; para poder asistir a las clases.  

Impactante, sí. Solo otro más...

Luego está la historia de Alejandro, de Madrid, que decidió estudiar catalán porque su madre, que ya ha muerto, era catalana , pero nunca lo había hablado con él. Y ahora lo estudia para acercarse a ella y recordarla. Me sabe mal escoger una, porque son muchas las historias que han pasado por estas temporadas.

¿Y cuál ha sido su mayor locura en esta temporada?

Ir pintado como una 'drag queen', por ejemplo. ¡Madre mía! Y tener que bailar, porque soy una patata para eso. Si me hacen ir a un programa tipo 'Mira quién baila' sería un desastre. También sentí mucho respeto cuando subí a aquella avioneta. Porque era muy vieja y estaba muy nerviosos cuando estaba a punto de despegar. Pero después fuimos a la piscina y allí se estaba muy bien.

¿Y de qué manera participó en el atípico último programa?

Yo era el encargado de llevar a los 'katalononskis' a las familias de acogida e ir a buscarlos y preguntarles cómo les había ido. Era emocionante. Y ninguno quería marcharse. 

¿También se emocionó en su viaje a Islanda, su país de origen?

Ese capítulo fue un regalazo. Y un capítulo trampa. Porque iba a ver a los míos. Había 'katalonskis', sí: pero también mucha historia personal (ríe).

El lema del programa es 'No hay extraños, sino amigos por conocer'. Está muy bien sentirse de un país, pero hay que abrirse, ¿cierto?

Esa es una gran realidad.