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Cómo emplatan 70 'minichefs'

'Masterchef junior' organiza en Barcelona un 'casting' para la séptima edición del popular concurso gastronómico

La séptima edición del concurso 'Masterchef' junior arranca con el casting preliminar.

La séptima edición del concurso 'Masterchef' junior arranca con el casting preliminar. / periodico

Eduardo Naya

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Con varios minutos de antelación a la hora de convocatoria, los primeros chavales llegan en la mañana de este jueves, 25 de julio, a las puertas del hotel NH Collection Constanza de Barcelona en compañía de sus padres. Los pequeños aspirantes a participar en la séptima edición de Masterchef junior acceden al interior del edificio con sus obras culinarias en mano, las cuales todavía son un misterio oculto en el interior de un táper. Son los más madrugadores de un total de 70 chicos y chicas de entre 8 y 12 años que se enfrentan a una prueba de emplatado, para determinar si son dignos de competir en el concurso culinario. 

¡Ojo!, ninguno de ellos está aquí porque sí. Ya han pasado un primer filtro 'online' que evaluaba sus aptitudes básicas de cocina. Ahora, se suman uno a uno a la cola que se forma  en la primera planta del hotel para confirmar su asistencia y recibir una pegatina con sus nombres que les identifique a ojos del jurado. Con los trámites realizados, los chicos entran a una sala con múltiples mesas y se agencian los sitios que juzgan como más cómodos. Y en un abrir y cerrar de ojos, el espacio se inunda con una marea de sombreros de chef y llamativos delantales de colorines.

La previa al reto

"He visto que hay mucho nivel, estoy algo nervioso", confiesa Nuk, un chico de 12 años que ha venido a participar desde Ibiza. Lo suyo es la repostería, por lo que ha decidido presentar sus donuts de elaboración propia para endulzar el juicio de los que le ponen a prueba. "Mi hermana vino aquí hace cuatro años y he querido aprovechar que este es el último en el que puedo estar yo", explica el joven chef en cuanto a sus motivaciones. 

De fuera de la ciudad también ha venido Ibai, de 10 años y proveniente de Bilbao. Al igual que Nuk, admite que el nivel aquí pinta bastante alto, pero deposita su confianza en sus albóndigas con salsa y en el hecho de que sabe hacer "un poco de todo". Por su parte, Natalia ha pensado un nombre inteligente para su 'brownie' de carne con puré de patatas: 'Parece, pero no es'. "Pues no estoy nada nerviosa, la verdad. Me presenté la última vez, pero no me cogieron y ahora, que es la última vez que puedo, lo voy a hacer mejor", razona la chica de 12 años. 

Con todo el mundo en su sitio, los responsables del programa reclaman la atención de padres y niños. La directora de 'casting', Esther González, da la bienvenida a todos los presentes y explica de qué va el tema. Van a tener 20 minutos para emplatar lo que ya han traído desde casa. A continuación, los tres miembros del jurado (que no son los televisivos Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo) pasarán a catar todas y cada una de las elaboraciones para consensuar cuáles de ellas merecen la cuchara del aprobado. Aquellos aspirantes que pasen la prueba del emplatado deberán presentarse a una prueba de cocina esa misma tarde. Parece que los pequeños chefs lo tienen claro, así que no pierden ni un segundo para empezar su labor como unos auténticos profesionales.

Escuela de cocina

"Ha habido una gran evolución en el nivel de formación culinaria de los niños entre ediciones. Se nota que ver el programa es su verdadera escuela de cocina", comenta González,quien explica que uno de los requisitos para poder competir en 'Masterchef junior' es "haber aprobado todas las asignaturas del curso". La medida tiene como objetivo evitar que el periodo de grabación del programa (de entre dos y seis semanas) pueda entorpecer el rendimiento académico de los jóvenes cocineros. 

Nacho Ruiz, uno de los cocineros que pone nota al trabajo de los niños, destaca la variedad de propuestas que presentan estos aspirantes."Hay de todo, dulce y salado. Además, tampoco te hacen la típica tortilla de patata y cebolla. Siempre intetan darle un toque". El chef también se atreve a confesar que "algunos adultos que se presentan lo hacen peor que los chavales". 

La suerte está echada

La prueba finaliza. Al más puro estilo del concurso de RTVE (y como regalo a las cámaras), los 70 aspirantes levantan las manos cuando se les avisa de que se ha acabado el tiempo. La suerte está echada, y es el momento de que los padres dejen a sus 'minichefs' solos ante el jurado que va a revisar el trabajo culinario que han hecho. Al final del proceso se entregan las cucharas que acercan a unos pocos afortunados a aquel plató que reúne a grandes audiencias.