TÚ Y YO SOMOS TRES

"Estudia, hija, o acabarás en un 'reality'"

Carolina Sobre en `GHDúo¿ (T-5). Tú y yo somos tres, por Ferran Monegal.

Carolina Sobre, en ‘GHDúo’ (T-5). / periodico

Ferran Monegal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En la guerra de los imperios televisivos T-5 se acaba de inventar una nueva gala de la 'ratomaquia' 'Gran Hermano Dúo' para hacer fosfatina a las galas en directo de 'La Voz' que han comenzado en A-3 TV. Les han pegado un buen meneo, les han sacado más de seis puntos de ventaja. La gran arma que tenían preparada en la jaula de Guadalix era Chabelita Pantoja.Chabelita Pantoja La metieron ahí de nuevo para que apareciese con su hermano  Paquirrín«¡Es la primera vez que están juntos en la tele!», exclamaba Jordi González para potenciar la martingala. Y Chabelita le transmitió a Paquirrín un mensaje de su madre, muy bien aprendido de memoria: «Mamá está contigo. Sigue así. Ya queda poco. Tienes que estar a tope. Has sido cotilla, has sido gracioso... Bien, bien... Nos sentimos muy orgullosos de ti». Y por la megafonía sonaba 'Mi pequeño del alma', aquella canción tan 'ternurista' que le cantaba Isabel Pantoja precisamente a su hijito Paquirrín, en los años 80, subido a sus brazos en El Corral de la Pacheca, y lo retransmitían Lauren Postigo y TVE. ¡Ahh! En Tele 5 no dan puntada sin hilo. En este tipo de montajes son maestros.

No sabemos lo que habrá cobrado Chabelita por esta nueva incrustación en la jaula pero, por alta que sea la cifra, es poco comparado con el rendimiento que Mediaset le saca.  No obstante a nuestro canario flauta Papitu este encuentro, ahí los dos sentaditos, hermanito y hermanita, en plan anuncio de fondo de inversión, tipo la familia que cobra unida permanece unida,  este negocio, les decía, a Papitu le pareció insignificante y baladí. Lo que le gustó al canario flauta fue otra concursante, de origen guineano, Carolina Sobeseñora de carácter muy suelto y desparramado, y de armas tomar, a quien le pusieron una llamada de su hija para dare una alegría.  En efecto, tuvo un alborozo muy grande. Se emocionó mucho hablando por teléfono con su niña. Y de pronto le salió ese fondo protector, tan bonito, que tienen las madres, y en un rapto de sinceridad que le salió del alma le dijo, le imploró, le suplicó: «Hija, estudia, estudia, estudia, porque si no el día de mañana... ¡tendrás que ir a realities!».

¡Ah!  La señora Sobe nos ha gustado mucho en casa. Mucho. Qué magnífico consejo le ha dado a su hija Grace. Aprende, instrúyete, edúcate, alfabetízate, o acabarás como tu madre, metida en el bochorno de cualquier 'ratomaquia'.