TÚ Y YO SOMOS TRES

Boris renace en traje de novia

Ferran MONEGAL

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Renace Boris Izaguirre de nuevo en el telehipódromo hispano. Después de aquella década prodigiosa de Crónicas marcianas, su vida mediática ha tenido grandes altibajos. Acabó marchandose a Miami y se incrustó en una gaseosa de chismes y cotilleos de Telemundo llamada ¡Suelta la sopa! En efecto, era un lugar en el que no se podía hacer otra cosa que soltarla. Lo más resaltable, y admirable, de Boris es su capacidad  de reinventarse. Es la pluma con mayor potencia y colorido de todo el teleshow nacional.

En estos últimos meses le hemos visto pisar de nuevo los platós sembrando el despiporre como en sus mejores tiempos de marciano. Y sin necesidad de disfrazarse de drag queen, ni enseñar el micropene, ni nada, lo cual tiene un mérito notable. Esta temporada le contrataron para amenizar el Masterchef celebrity , y con su colosal histrionismo astracanado consiguió transformar  a Carmen Lomana y a Antonia dell’Atte en dos Cleopatras en salsa tártaraCarmen LomanaAntonia dell’AtteCleopatras. Solo Boris podía aguantar, levantar y dar espectáculo, por ejemplo, protagonizando de una tacada tres semifinales sucesivas, una con Mario Vaquerizo (raviolis con bogavante), otra con Antonia (angulas al huevo de codorniz) y la tercera con Paz Vega (buñuelos de caviar), y aun siendo triplemente eliminado, quedar como el gran entertainer, el gran animador de la jornada.

También en Tele 5, en Mi casa es la vuestra, requirieron sus servicios para animar las veladas de Bertín, que había perdido mucho gancho. Lo último que acaban de encargarle es hacer de seleccionador de trajes de novia para muchachas que quieren casarse. Es un programa de DKiss que se llama ¡Sí, quiero ese vestido! Hace una labor muy delicada. En el primer capítulo se le ha presentado una joven de Granada, Mari Nieves, que quería casarse como una Barbie y que advertía: «Cuidado Boris, una cosa es vestirme de princesa y otra que parezca Moby Dick». Y Boris flipaba maravillado y le decía: «¡Oh my god. Solo faltó que bajase del cielo San Antonio de Padua, patrón de las novias, que dicen que en el año 1215, en Lisboa, hizo el milagro de conseguirle marido a una señora con barba y que no había manera de casarla.

¡Ah! Ha tenido suerte Boris aterrizando en este programa. Si DKiss le hubiese contratado para otro, muy sobrecogedor, que se llama Mi vida con 300 kilos, habría sido trágico.