Tú y yo somos tres

El localizador de Borbones

Ferran Monegal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Debo advertir que no he visto <strong>la película</strong> que ha dado como consecuencia televisiva <strong>la serie 'Cuerpo de élite</strong>' (Antena 3 TV). De modo que he asistido al estreno del primer capítulo sin prejuicios previos.

De entrada da la sensación de astracanada supérflua. Un divertimento sin otra pretensión que el disparate escénico, trufado de reminiscencias del Superagente 86, con una pizca de los agentes de la TIA Mortadelo y Filemon y hasta un aire, un tono, vago, a La hora chanante y Muchachada nui.

Pero a medida que avanza la historia enseguida se advierte que el guión, y las situaciones, rebosan de mordiente sabroso. Y de gran actualidad, cosa que es de agradecer. La formación de un grupo de guardias, perfectos cataplasmas de élite (risas), que vigilan a España, y a las autonomías, es un golpe satírico muy bueno. Que además tengan un artilugio que se llama Localizador de Borbones con elque pueden rastrear por todo el mundo a los miembros de la Regia family, es todavía mejor.

Precisamente el primer capítulo se centra en el rescate de un primo del Rey (¿Froilán?) que resulta que le han raptado y le tienen preso en una imaginaria república totalitaria centroeuropea. Lo tremendo es que descubren que no está secuestrado ni nada: está de juerga en ese país, y les deja a todos boquiabiertos. Hombre, el localizador de Borbones es un acierto. Espero que en próximos capítulos lo amplíen. Hay ahora mismo búsquedas en el terreno político que tienen carácter de urgencia.

CORRUPCIÓN TRIUNFO

En vista del éxito de O.T., en El intermedio acaban de inaugurar su propio concurso: Corrupción triunfo. Los primeros que van a competir son: Francisco Camps por su fértil trayectoria en las obras del circuito valenciano de la fórmula 1; Luis Bárcenas, que en la primera gala versionará la famosa canción de Julio Iglesias Soy un truhán soy un cabrónRicardo Costa, el triunfito más risueño de la Academia, y finalmente Ignacio González recien llegado de una gira latinoamericana cargado de dinero.

Hombre, la idea es muy ingeniosa. Pero se han quedado cortos. Faltan muchos triunfitos de la corrupción en este concurso. ¡Ah! Deben ser generosos y ampliar el cupo de admisión. Aquel café para todos, que Suárez se inventó hace 40 años, ha progresado. Hoy se ha transformado en una gloriosa corrupción torrefacta a granel.