EL SÉPTIMO ARTE Y MEDIO

'The sinner', el retrato envilecido de 'Recuerda'

Si Hitchcock quisiera que su película fuera eternamente joven, en la buhardilla se escondería esta pequeña y perversa joya de Netflix

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Carles Cols

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Setenta y dos años separan Recuerda de The sinner, una joya a descubrir del catálogo de Netflix, que aunque no es la imagen especular de la película de Alfred Hitchcock merece ser citada como antecedente. El punto de partida de esta serie de ocho capítulos, nominada aunque no ganadora de los últimos Globos de Oro, es un crimen inexplicable, una acción atroz a manos de quien no levantaría ninguna sospecha de antemano, alguien con la mirada limpia como Gregory Peck, en este caso, la exmodelo y actriz Jessica Biel, personaje principal con un dédalo en el subconsciente que solo puede esconder algo peor que un Minotauro.

Como en Recuerda, traducción demasiado libre del título original,  Spellbound, hechizado, el hilo conductor parece ser la resolución del enigma, la búsqueda de una explicación razonable de ese primer minuto del primer capítulo, y sí, no es un engaño, no es un simple macguffin para que los actores vayan de aquí para allá, hay un misterio, un puzle que será posible ver con todas sus piezas, sin cuadros en blanco, en el episodio final, pero como en la película de Hitchcock, puede que el río narrativo sea otro.

Un crimen tan atroz como imprevisto da pie a este viaje al laberinto personal de los protagonistas, que nada sano oculta

Lo de Gregory Peck e Ingrid Bergman era en verdad una forzada historia de amor, un lugar común del cine. Era lo que se le exigió a Hitchcock desde la productora, tanto que se vio entre la espada y la pared y tuvo que reducir de 20 minutos a solo dos la onírica aportación que Salvador Dalí realizó para aquella historia de un hombre torturado por no sabía qué. Lo que The sinner brinda es una investigación policiaca arquitectónicamente muy sólida, pero, sobre todo, una mirada a los monstruos personales de los protagonistas, la madre que movida por un clic comete el crimen (Jessica Biel en el papel de Cora Tannetti) y el policía local que investiga el caso, un soberbio Bill Pullman, afortunadamente más cerca del actor que fue en Carretera perdida que en Independence day. Un punto y aparte se merecería la hermana de la protagonista, una bomba narrativa, pero por no espoilear, mejor callar.

En una de aquellas animosas charlas que el escritor Kurt Vonnegut pronunciaba en universidades y clubs de lectura cuando ya era una celebridad, explicó en una ocasión el secreto del éxito de sus novelas. Dio una decena de consejos. Merece la pena rescatar uno de ellos. “No importa cuán dulces e inocentes sean sus personajes principales, haga que les ocurran cosas atroces, de modo que el lector sepa de qué estan hechos”. Sirve para recomendar The sinner, a su manera y con distancia, la sucia y oportuna evolución de aquel Recuerda de hace 72 años. Si Hitchcock hubiera querido que aquella película que protagonizaron Peck y Bergman se conservara eternamente joven y hermosa, la copia que habría guardado en la buhardilla sería, tal vez, The sinner.