Empresa de ChatGPT
Un conflicto de interés explicaría el despido de Sam Altman como jefe de OpenAI
¿Qué ha pasado en OpenAI? 6 claves para entender la crisis en la empresa de ChatGPT
Carles Planas Bou
Periodista
Periodista tecnológico entre el mundo digital y la política internacional. Centrado en capitalismo de plataformas, IA, vigilancia y derechos digitales. Excorresponsal en Berlín durante más de cuatro años, cubrió los gobiernos de Merkel, la crisis de los refugiados y el auge de la extrema derecha. También ha trabajado en Europa Central y en Canadá. Graduado en Periodismo por la URL y máster en Relaciones Internacionales por la UAB. Ha colaborado con TV3, TVE, Deutsche Welle, Catalunya Ràdio, El Orden Mundial o El Salto.
Carles Planas Bou
"No tengo ninguna inversión en OpenAI (...) Hago esto porque me encanta". El pasado 16 de mayo, Sam Altman aseguró ante el Senado de Estados Unidos que no obtenía lucro alguno con su posición como director ejecutivo de la empresa responsable de ChatGPT.
Siete meses y una crisis después, esa promesa se ha resquebrajado. Altman no tiene acciones en OpenAI, algo extraño para el fundador de una compañía tecnológica. Sin embargo, sí se beneficiaría económicamente a través de otros canales. Según ha destapado la revista Wired, en 2019 OpenAI firmó un acuerdo hasta ahora desconocido para gastar 51 millones de dólares en chips avanzados de Rain AI, una 'startup' en la que Altman sí ha invertido.
El posible conflicto de interés derivado de los negocios comerciales privados de Altman "parece haber jugado algún papel" en su reciente despido como jefe de OpenAI, según fuentes consultadas por la publicación especializada. La junta de la compañía que ha creado ChatGPT aseguró haber perdido la confianza en Altman, a quién acusaba de ocultar información. Cinco días después, gran parte de esa junta fue forzada a dimitir y Altman retomó el control. Sin embargo, los motivos reales de su expulsión siguen siendo un misterio.
La información publicada por Wired apunta a que, con Altman al frente, OpenAI firmó una carta de intenciones no vinculante en la que se comprometía a comprar semiconductores avanzados de inteligencia artificial (IA) a la empresa emergente Rain AI cuando estuvieran disponibles. Altman habría invertido más de un millón de dólares en esa 'startup', con lo que, de cerrarse, el acuerdo le beneficiaría económicamente.
Red de inversiones personales
Antes de liderar OpenAI, Altman presidió Y Combinator, una de las aceleradoras empresariales más reputadas de Silicon Valley. Durante su período ahí, el joven empresario invirtió en empresas como Airbnb, Reddit, Pinterest o Stripe. Su ahora destapada inversión en Rain AI, según Wired, "muestra cómo la red de inversiones personales de Altman puede enredarse con sus obligaciones como consejero delegado de OpenAI".
El acuerdo entre OpenAI y Rain AI aún no se ha materializado. La 'startup' sigue trabajando en el desarrollo de un chip avanzado de IA que podría lanzar al mercado en octubre del año que viene. "No hemos procedido con los siguientes pasos", ha asegurado una portavoz de OpenAI en un comunicado. Ese tipo de chips son indispensables para la creadora de ChatGPT, pero su escasez y alto coste pueden suponer un problema para el negocio de la compañía.
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