Terremoto en Silicon Valley

Elon Musk y Twitter acuerdan la compra de la plataforma por 41.000 millones de euros

La directiva acepta la oferta de 54,20 dólares por cada acción y pone una de las redes sociales más influyentes en el debate político y social en manos del hombre más rico del mundo

Twitter Musk

Twitter Musk / EPC

Carles Planas Bou

Carles Planas Bou

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La directiva de Twitter ha aceptado la oferta de compra de la plataforma al magnate tecnológico Elon Musk por unos 44.000 millones de dólares en efectivo (41.000 millones de euros). Esta operación supone una importante victoria para el hombre más rico del planeta, que pasa a hacerse con el control de una de las redes sociales más influyentes en el debate político, social y cultural.

Tras semanas de dudas y tensión en Silicon Valley, meca de la industria tecnológica estadounidense, Twitter ha dado luz verde a un acuerdo que cifra su venta en 54,20 dólares por cada acción, lo que supone una prima del 38% sobre el precio de las acciones de la empresa antes que se conociese la participación de Musk.

El controvertido empresario llevaba semanas presionando al consejo de administración de la red social para hacerse con su control, algo que podría traducirse en importantes cambios para su funcionamiento. La directiva se ha reunido esta tarde y ha recomendado a los accionistas aceptar la "mejor y definitiva" oferta que Musk ha puesto sobre la mesa. El multimillonario ha realizado la compra a título personal, sin implicación alguna de Tesla, la compañía de coches eléctricos que dirige.

Musk ha dicho que Twitter necesita ser privatizada para crece. De darse finalmente, sería la mayor privatización empresarial en dos décadas. Eso la llevará a salir de la Bolsa de Nueva York, donde cotiza actualmente.

A media tarde, la noticia de una más que posible compra ha hecho que las acciones de Twitter se revalorizasen un 4,5%. Tras hacerse oficial, la cotización en bolsa se ha suspendido unos minutos y al reprenderse la acción se situaba en menos de 52 dólares, por debajo del precio de compra de Musk. "Espero que hasta mis peores críticos sigan en Twitter, porque eso es lo que la libertad de expresión significa", ha tuiteado Musk antes de oficializarse la compra.

Cambiar la plataforma

Musk es un crítico histórico de Twitter. En las últimas semanas, ha acentuado sus puyas contra las políticas de moderación de contenido de la plataforma, asegurando que no respeta la libertad de expresión e incluso que "socava la democracia". "La libertad de expresión es la base de una democracia funcional y Twitter es la plaza digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad", ha dicho el magnate en un comunicado, tras informarse del acuerdo para la compra.

En los próximos meses, las cosas podrían cambiar para los más de 217 millones de usuarios diarios de Twitter. Más allá de sus proclamas, Musk no ha concretado qué medidas pretende tomar. Como ha sugerido en el pasado, el empresario podría apoyar la creación de un botón para editar los tuits, hacer que los algortimos sean de código abierto (para que se sepa cómo recomiendan el contenido que ves) y "autentificar a todos los humanos", sin especificar si con ello prohibirá la anonimidad, pilar básico de internet. Su llegada también podría traducirse en el regreso de Donald Trump a la red social, de donde fue expulsado por alentar el asalto al Capitolio perpetrado por seguidores ultraderechistas. Por mucho que hable de libertad de expresión, será difícil que Musk tumbe las políticas de moderación de contenidos que regulan la plataforma.

La oficialización de la compra llega tras semanas de mareos. En primera instancia, la directiva de Twitter vio la propuesta de Musk con escepticismo y adoptó una 'píldora venenosa', como se conoce técnicamente una maniobra defensiva que impide al empresario que lanza esa OPA hostil acumular más acciones de la compañía. El acuerdo entre ambas partes llega apenas cuatro días después de que Musk desvelara un paquete de financiación, con el apoyo de prestamistas como el banco de inversiones Morgan Stanley, para respaldar la adquisición. Esto hizo que el consejo de administración se tomara más en serio su propuesta. Muchos accionistas habían pedido a la compañía que no dejara escapar la oportunidad de alcanzar un acuerdo, según ha informado Reuters.

La "mejor y final" oferta de Musk puso al actual directo ejecutivo de Twitter, Parag Agrawal, entre la espada y la pared. El ingeniero indio-americano intentó primero que, tras convertirse en el mayor accionista individual de la plataforma con un 9,2%, el magnate entrase a formar parte de la junta directiva, lo que lo limitaba a no poder superar el 15% de participación. Musk optó por no hacerlo y por lanzar una OPA hostil que ahora podría poner fin mandato de Agrawal, quien en noviembre sustituyó al fundador de la compañía, Jack Dorsey. Aunque desde entonces la empresa no está siendo más rentable, si está en vías de alcanzar los ambiciosos objetivos que el accionariado ha fijado para 2023.