El comercio espera recaudar 66 millones de euros gracias a la cita

Amsterdam no puede competir con una tapa de tortilla de patatas, un pincho de pollo con gambas o un arroz caldoso. El metro de Milán es unIbertrensi se compara con la red subterránea de Barcelona. Y París... La capital francesa no supera estos días los 10 grados de temperatura máxima. En momentos en los que la jefatura del GSMA delibera sobre qué capital albergará el congreso los próximos cinco años, se impone barrer para casa y sacar pecho. Más que nada, para no perder el que, según los comerciantes, es el acontecimiento «más importante del año» a nivel de impacto económico.

Barcelona ha aportado empuje colectivo e imaginación suficientes como para fidelizar al cliente. Los hoteles han llenado el 95% de las habitaciones y la llegada de 55.000 expertos en telefonía móvil ha requerido la contratación temporal de 5.670 personas. A falta de cifras, se espera como mínimo igualar los 220 millones que esta cita internacional generó en todos los ámbitos económicos de la ciudad en el 2010. Miquel Àngel Fraile, secretario general de la Confederació de Comerç de Catalunya, confirmó ayer que el congreso que hoy baja la persiana «es el mejor acontecimiento del año en cuanto a feria» y aplaudía el «trabajo colectivo de la ciudadanía, las empresas y la administración».

MÁS EXTRANJEROS / Todos los ejes comerciales han notado la presencia de estos ejecutivos de la cinta roja en el cuello. Así lo corroboró ayer Salvador Albuixech, vicepresidente de la Fundació Barcelona Comerç, que señaló «el aumento significativo de clientes extranjeros en las tiendas» y el lleno absoluto de los restaurantes, sobre todo los establecimientos de tapas del centro. Fraile recordó que en torno al 30% de esos 220 millones (66 millones) van a parar al comercio y destacó que el Mobile World Congress se celebra entre las rebajas y la Semana Santa, «una etapa tradicionalmente mala para las ventas». «Soy optimista, todos hemos remado en la misma dirección», dijo.

En cuanto a los transportes, el taxi ha estado a la altura a pesar de que el tráfico de la hora punta de la tarde les dificultaba la llegada al recinto ferial. También el metro ha echado humo, ya que en las estaciones de la L-3 y L-4 de la plaza de Espanya se ha incrementado el número de usuarios en un 44%, al pasar, el martes, de 42.800 a 61.800.