Operación de Mossos y Policía Nacional

Liberadas 14 mujeres víctimas de explotación sexual y laboral en 6 inmuebles de Catalunya

Las víctimas, procedentes de países de Latinoamérica, vivían en los mismos domicilios en los que eran explotadas, amontonadas en colchones en un subterráneo y sometidas a condiciones infrahumanas

Liberadas en Cataluña 14 mujeres víctimas de explotación sexual y laboral

MOSSOS D'ESQUADRA /TWITTER - Archivo

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Un operativo conjunto de los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional detuvo el pasado jueves a ocho personas de entre 20 y 48 años acusadas de delitos de tráfico de seres humanos relativos a explotación sexual y contra los derechos de los trabajadores, delitos contra el derecho de ciudadanos extranjeros y pertenencia a grupo criminal, según ha informado este domingo la policía catalana. En la operación, que incluyó la clausura de seis domicilios en Barcelona, Calafell, Salou y Cabrils, fueron liberadas 14 mujeres y se intervinieron sustancias estupefacientes, 20.000 euros en metálico, joyas y documentación diversa.

Tras la toma de declaración a las mujeres, todas procedentes de países de Latinoamérica, los investigadores identificaron a ocho víctimas de prostitución coactiva, cuatro víctimas de delitos contra los derechos de los trabajadores y dos víctimas de tráfico de seres humanos. Estas últimas fueron han sido acogidas por entidades especializadas.

La investigación arrancó a finales de 2020 tras una identificación en un control en La Jonquera a un vehículo en el que viajaban tres personas. Dos de ellas, un hombre y una mujer, explicaron a los agentes que trabajaban en un centro de atención telefónica clandestino regentado por la persona que les llevaba a Catalunya, que a su vez regentaba prostíbulos distribuidos por toda la comunidad autónoma. Tras estos hechos, la Unidad Central contra el Tráfico de Seres Humanos de la División de Investigación Criminal de los Mossos dio inicio a las pesquisas, en las que se detectó que estas personas estaban siendo también investigadas por la Policía Nacional, lo que propició el inicio de un equipo conjunto.

Durante la búsqueda de pruebas, los agentes lograron acreditar que las mujeres que ejercían la prostitución en los domicilios localizados vivían en condiciones pésimas, amontonadas en colchones en el subterráneo, sin calefacción en invierno, ni ventilación ni luz natural. Además, se les imponían condiciones laborales abusivas.

Organización criminal

Los investigadores han hallado la existencia de una organización criminal, liderada por una mujer y un hombre que, además de los prostíbulos desmantelados, dirigían un centro de atención telefónica clandestino, donde cuatro víctimas trabajaban como telefonistas entre 12 y 15 horas diarias durante los siete días de la semana. Percibían una retribución de 1.000 euros, solo tenían una hora libre al día y no disponían de gas ni agua caliente, además de recibir amenazas y vejaciones por parte de los responsables de la organización. Desde este centro se gestionaba la contratación de los servicios sexuales en los prostíbulos, así como la oferta de sustancias estupefacientes para los clientes.

Los líderes de la trama captaban a las mujeres que luego serían prostituidas u obligadas a trabajar como telefonistas a través de páginas de las redes sociales donde se ofrecía trabajo a personas extranjeras que residían en el país de forma irregular. Así se aseguraban captar a personas en situaciones graves de necesidad y vulnerabilidad. Asimismo, los cabecillas también gestionaban el alquiler de los domicilios y el suministro de sustancias estupefacientes a los clientes como cocaína o 2CB, así como medicamentos para potenciar el deseo sexual o la disfunción eréctil. Las víctimas eran obligadas a vender las drogas a los clientes y, en caso de que estos así lo quisieran, de consumirlas durante el servicio.

Los detenidos pasaron este sábado a disposición judicial el pasado 16 de febrero y los dos líderes ingresaron en la cárcel por orden del Juzgado de Instrucción número 3 de Tarragona, que tutela la causa.