Madrid

Golosinas y amenazas para callar a los niños: así coaccionaba el 'Toba' a los menores de los que abusaba

El frutero del pueblo madrileño de Valdeavero acaba de ser condenado a 19 años de prisión por agresión sexual y corrupción de menores

Amenazaba a los menores de los que abusaba con mandar a unos amigos a casa de sus padres para agredirlos

Condena de 19 años al frutero 'depredador sexual' que agredía a niños en un pueblo de Madrid

Cristóbal L.C. se marchó del pueblo tras las denuncias y su finca apareció con pintadas .

Cristóbal L.C. se marchó del pueblo tras las denuncias y su finca apareció con pintadas . / EPE

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"Si le cuentas algo de esto a tus padres, voy a avisar a unos amigos míos que van a ir a tu casa en una furgoneta y van a hacer desaparecer a toda tu familia". Así fue, según el escrito del fiscal, cómo Cristóbal L.C., alias 'Toba', coaccionaba a un chico de 12 años para que guardase el más inconfesable de sus secretos: Cristóbal había abusado sexualmente de él.

Como este, otros muchos testimonios recogidos en las calificaciones fiscales revelan cómo el 'Toba', frutero de 50 años del municipio de Valdeavero (Madrid), amenazaba a adolescentes a los que presuntamente agredía sexualmente en su casa. Todos varones menores de 15 años. Los engatusaba ofreciéndoles golosinas y bolsas de frutos secos gratis, comprando así su silencio.

Cristóbal L.C. tenía numerosas causas pendientes por estos motivos: corrupción de menores y agresión sexual a menores de 16 años. El pasado 4 de octubre, tal como adelantó El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, Cristóbal fue sentenciado por la Sección 30 de la Audiencia Provincial de Madrid, a 19 años de prisión. 12 años por agresión sexual a un joven de 15 años y 7 más por dos delitos de corrupción de menores.

"Mi hijo te pegará"

"Como se lo cuentes a alguien, yo se lo voy a decir a mi hijo y te va a pegar", recoge el escrito de la Fiscalía que le dijo a uno de los niños agredidos, que en el momento de los hechos contaba con 12 años de edad. El chico declaró que, cuando iba a comprar a la frutería, Cristóbal le hacía entrar prometiéndole que le iba a regalar cosas.

Una vez dentro, le mostraba imágenes pornográficas "para que aprendiese" y le agredía sexualmente. En una de las ocasiones, a este chico le bajó los pantalones y le practicó "violentos movimientos masturbatorios que, al menos una vez, provocaron que el menor sangrase", según recoge el texto del fiscal.

"No cuentes nada, porque esto es una cosa que tiene que quedar entre nosotros", advertía a otro de los chicos denunciantes después de cometer presuntamente el delito. En varias ocasiones, según el testimonio del menor, le había tumbado en el suelo de la frutería aprovechando su posición de superioridad física, le bajó los pantalones y le practicó una felación. El niño contaba en el momento de los hechos con 9 años de edad.

A otro de los chicos del pueblo, tras haber abusado presuntamente de él y haberse enterado de que alguien había presentado denuncia, le manifestó que "si se enteraba de quienes le habían denunciado, llamaría a unos amigos que tenía para que les mataran, les metieran en una furgoneta y no se supiera más de ellos", recogen las calificaciones.

El amigo de los niños

El 'modus operandi' del frutero era siempre el mismo: captaba a los críos de los municipios de Valdeavero y Villalbilla, aprovechando que él tenía un hijo con una edad similar a la de las víctimas. Los chicos se reunían para jugar a fútbol y él se ganaba su confianza. Un tipo carismático y querido (en aquel entonces) en el pueblo, que constantemente hacía bromas a los niños y les agasajaba con regalos. Un carácter que hizo que entre los vecinos llegase a ser conocido como "el amigo de los niños".

Una vez se había ganado su confianza, era habitual que los chavales pasasen por la frutería Keai. Allí dentro, el Toba, que según el fiscal tiene una pulsión sexual irrefrenable hacia los chicos de esta edad, les saludaba tocándoles los genitales (por encima y por debajo de la ropa) o alabando el tamaño de los mismos. A menudo les bajaba los pantalones y los exhibía al resto de chavales al grito de "qué grande la tienes".

Según las calificaciones, este esquema de acoso se repetía con todos los chicos que han presentado denuncia. La mayor parte de ellos han requerido posteriormente "tratamiento psicológico por presentar cuadros de ansiedad, estrés postraumático (...) y sintomatología ansioso-depresiva con predominancia en la esfera ansiosa compatible con abuso sexual infantil".

En libertad

Al final, fueron 16 los menores que presentaron denuncia contra Cristóbal por los hechos que se produjeron principalmente en verano de 2020. Fue en diciembre de ese mismo año cuando una juez de Alcalá de Henares decretó su ingreso en prisión provisional, pero el mismo juzgado decretó, diez meses más tarde, su puesta en libertad.

El escrito de la juez argumentó la decisión de poner al 'Toba' en libertad porque acreditó arraigo de Cristóbal y aseguraba que “no existe en el momento actual riesgo de fuga ni de reiteración delictiva”. La magistrada imponía medidas cautelares al investigado, como la obligación de comparecer semanalmente ante el juzgado, la prohibición de salir de España o la de entrar y residir en la localidad de Valdeavero.

También decretó la juez una orden de alejamiento y la prohibición de comunicarse con diez de los menores denunciantes. Los familiares de las víctimas iniciaron una serie de protestas públicas a las que se unieron los vecinos de Valdeavero. Además, algunos vecinos realizaron pintadas contra él. No obstante, el hecho de que hubiese sido puesto en libertad llevó a que alguna de las víctimas y sus familiares llegasen a cruzarse con él por la calle.

La Audiencia Provincial de Madrid acaba de sentenciar a Cristóbal con 19 años de prisión por un caso similar, pero se trata de una causa separada de la de los chicos de Valdeavero. Para la de los chicos del pueblo, defendidos por el abogado Juan Manuel Medina, ya hay señalamiento para el mes de octubre de 2024, justo dentro de un año. El fiscal pide 98 años y la acusación particular un total de 105.