Ecuador

"La mafia tiene a mi familia amenazada: si no pagas, te matan"

Las voces de los ciudadanos ecuatorianos de la Región de Murcia se unen para denunciar la situación de su país y expresar "su profundo dolor"

Asistentes al mitin se refugian durante el tiroteo a Villavicencio.

Asistentes al mitin se refugian durante el tiroteo a Villavicencio. / EFE

Juanjo Raja

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El

asesinato

del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio el pasado miércoles a manos de sicarios, mientras se celebraba un mitin electoral en Quito, ha impactado sobremanera a la comunidad ecuatoriana de la Región de Murcia.

Actualmente, en la Comunidad Valenciana viven alrededor de 55.000 ciudadanos de Ecuador, algunos de los cuales al ser preguntados por la situación actual de su patria coinciden en una sensación de "miedo y desesperanza" al ver que su nación va camino de convertirse en un narcoestado.

Jonathan, que trabaja como camarero en el restaurante de comida ecuatoriana de Los Arcos, en Murcia, escucha a diario como sus compatriotas se estremecen por el "aumento de la inseguridad en las calles en el último año" y afirma que, a pesar de ser un país "muy bonito, no volvería". Al hablar de sus padres, que según cuenta a La Opinión, viajan cada dos años a Ecuador, recuerda que hace más de tres que no se desplazan "por temor". Asimismo, el joven trabajador confiesa compungido que "le gustaría llevar a su hijo de visita para mostrarle sus raíces", pero que ahora "es imposible".

Por otro lado, Sergio, empleado de un locutorio en la capital murciana, afirma que no le gusta mirar las noticias: "Ahora mismo en Ecuador aprietan el gatillo por cualquier cosa, hay mucha matanza, muchos sicarios". Al mismo tiempo, explica que está muy preocupado por su familia, parte de la misma se encuentra allí y cada vez que se quiere reunir con ellos le dicen lo mismo: "Quise ir a visitarlos y me dijeron que no, no querían que me pasara nada malo".

El caso de Felipe es un poco más complicado. Él vive sólo aquí en Murcia, separado de su mujer y sus dos hijos, por los que se desvive para mandarles dinero cada vez que puede. Sin embargo, para Felipe la exigencia es doble, porque su familia, en Guayaquil, se encuentra afectada por ‘la vacuna’, una práctica de extorsión económica de las mafias muy extendida por el territorio ecuatoriano. A los seres queridos de Felipe les obligan a pagar entre 30 y 50 dólares diarios: "Toda mi familia se encuentra amenazada por las bandas. Si no pagas, te matan. Son mafias que se mueven por los pueblos y se hacen con el poder. No puedes hacer nada contra ellos, porque tienen todo tipo de armas".

Felipe aclara también que allí la policía no es la solución. De hecho, no se fía: "No queremos denunciar a la policía, porque allí denuncias y al día siguiente amaneces muerto". Pese a ello, Felipe insiste en que su tierra es un "país riquísimo" y que "no dejará de lado su patria".

Otro de los testimonios que han dado voz a los ecuatorianos que viven en la Región de Murcia es el de Ignacio Santín, presidente de la organización ecuatoriana Gente Buena de Europa, Asia y Oceanía, que ha lamentado con firmeza la deriva del país de un tiempo a esta parte: "Estamos consternados, están matando la democracia". Ignacio vive en Molina de Segura y ha dejado atrás toda una vida. En Ecuador tiene una hermana y varios sobrinos, además de amigos y compañeros de universidad, en Loja, al sur del país, donde, de acuerdo con él, es la zona por donde entra la mayor parte del cargamento de la droga que, posteriormente, se distribuye por el resto de países de Latinoamérica y otros continentes.

Santín, a su vez, ha aprovechado para informar de que la comunidad ecuatoriana se está movilizando para organizar "una gran marcha pacífica" en repudio de la violencia que está atravesando el país y, por supuesto, por el reciente crimen del candidato por el Movimiento Construye.

La intención de todo el conglomerado de asociaciones latinas y, en concreto, ecuatorianas, es que la concentración tenga lugar este domingo en el Jardín de la Seda, en Murcia, a partir de las 18.00 horas, con el objetivo de visibilizar "el sentimiento colectivo de dolor del pueblo ecuatoriano". Además, el propósito de esta manifestación es atravesar las barreras del territorio murciano y convertirla en "una concentración a nivel nacional".