Caída de cinco metros

Detenidos los ladrones de los que huía el turista que murió en la Ronda Litoral de Barcelona

Los Mossos buscan a los ladrones de los que huía el turista muerto en la Ronda Litoral

Los investigadores consideran que los agresores no lanzaron a la víctima sino que esta cayó durante la huida

Jonathan señala el muro desde el cual cayó el chico

Jonathan señala el muro desde el cual cayó el chico / JORDI OTIX

Guillem Sánchez

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Los Mossos d'Esquadra han detenido a los cuatro ladrones que perseguían al turista que murió en la madrugada del 15 de marzo al precipitarse a la Ronda Litoral de Barcelona. El joven de 25 años procedente de Canadá se encontraba en la capital catalana de vacaciones junto a dos amigos. Cuando faltaban pocos minutos para las seis de la madrugada, los tres, que habían salido de fiesta, fueron asaltados por un grupo de ladrones.

Durante la huida se separaron. A los pocos minutos, cuando los dos amigos desandaron el camino, en busca de la víctima, descubrieron que se encontraba inconsciente tras caer a la Ronda desde una altura de cinco metros. Los Mossos no han hallado ningún indicio de que alguien lo empujara y consideran que la víctima cayó por la Litoral tratando de huir de los ladrones pero no porque estos lo empujaran deliberadamente.

Los agentes de la Unitat de Investigació del distrito de Sant Martí tomaron declaración a los testigos, revisaron las grabaciones de cámaras cercanas y finalmente han identificado a los cuatro ladrones, que robaron el teléfono a la víctima. Este martes han sido detenidos.

Entre los testigos interrogados se encuentra el conductor de un camión que tuvo que esquivarlo para no atropellarlo cuando se encontraba tendido en el suelo, dentro del carril de circulación, y el taxi que circulaba por detrás y cuyos ocupantes fueron los primeros que socorrieron al joven y también quiénes desviaron el tráfico para impedir que lo atropellaran el resto de vehículos. El joven fue trasladado en ambulancia al Hospital del Mar, donde murió horas más tardes debido a la gravedad de las lesiones. EL PERIÓDICO entrevistó al conductor del camión y a los taxistas.

La versión de los taxistas

Saray y su marido son taxistas. La madrugada del 15 de marzo, a las cinco menos cinco, su marido la acompañaba a buscar su taxi para comenzar la jornada laboral. Al tomar la salida 23 de la ronda, vieron que el camión de delante frenaba de golpe y que trataba de esquivar un bulto. "Hemos parado porque hemos visto que era un joven. Estaba inconsciente y tenía un golpe en la cabeza, pero respiraba", explicaba Saray en declaraciones a este diario. Su marido se quedó junto a la víctima y ella fue a frenar el tráfico para pedir a los coches que circularan pegados a la pared izquierda. Llamaron al 112 y enseguida llegaron los dos amigos de la víctima, uno de los cuales hablaba castellano.

"Estaban muy afectados, han intentado cogerlo pero les hemos pedido que no lo tocaran", remarcó Saray. Los amigos contaron a Saray que esa noche habían salido de fiesta y que un grupo de ladrones intentó robarles y que echaron a correr, se separaron y no vieron cómo cayó.

La versión del camionero

Jonathan, conductor de un camión que formaba parte del rodaje de un anuncio que se iba a grabar junto al lugar del accidente, tomó la salida 23 justo delante del taxi en el que iban Saray y su marido. Aseguró a este diario que esa madrugada vio un "bulto" en el margen derecho del carril. Giró el volante de golpe y después frenó. Vio entonces que era un hombre. El joven turista estaba boca arriba y tenía los pies sobre el bordillo y el cuerpo dentro del carril

Testimonio de un conductor que vio el cuerpo del hombre en la Ronda Litoral

Testimonio de un conductor que vio el cuerpo del hombre en la Ronda Litoral. /

"He llamado al 112 y después la policía me ha preguntado si había visto a alguien correr. Pero ya no había nadie. Corría riesgo de atropello. Lo habían abandonado. Si viene un coche que hubiera ido más rápido le hubiera podido pasar por encima tranquilamente", explicó entonces.

El joven cayó desde una altura de cinco metros. Venía corriendo del Parc del Poblenou y, durante la reyerta, acabó cruzando la calle Salvador Espriu, superando la valla de un metro de altura que ejerce de separador entre esa calle y el carril del que se incorporan los vehículos que circulan por la ronda y precipitándose contra el suelo.