La familia del bombero muerto en Vilanova i la Geltrú: "Nos han desamparado"

Los padres y la hermana de Joan Liébana se han concentrado este 17 de junio, cuando se cumple un año de la muerte de este joven bombero en un incendio de un taller de Vilanova i la Geltrú, para denunciar "el desamparo" que afirman haber sufrido por parte de la dirección del cuerpo de Bombers de la Generalitat y por parte de la Conselleria d'Interior. También para verbalizar públicamente que, al margen de los "relatos" que han tratado "de imponer" sobre lo ocurrido aquel día, su verdad es que Joan Liébana fue "abandonado" por sus compañeros. "Debemos decir las cosas claras", ha explicado su padre, bombero jubilado del cuerpo de Barcelona. "Aunque nos duela mucho, Joan murió solo en aquella nave y nadie lo echó de menos, nunca".

Lo que pasó con Joan en aquella nave fue "una aberración", ha lamentado el padre en un acto que se ha celebrado junto a la Conselleria d'Interior y que, a pesar de la tormenta de fuegos que persiste en Catalunya, ha contado con muchos bomberos que han acudido en apoyo a la familia Liébana. "Los bomberos cuando entramos en un fuego entramos juntos, avanzamos juntos y salimos juntos. Y si entran dos, salen dos. Si entran cinco, salen cinco. Y ya está", ha concluido.

El accidente

Cinco bomberos, entre ellos Joan Liébana, entraron en un taller del polígono de Vilanova i la Geltrú hace un año. En la parte trasera de la nave habían ardido algunos vehículos y la zona de oficinas, por la que accedieron los cinco bomberos, se había inundado de humo denso. La temperatura, además, era muy elevada. En ese hostil escenario, los bomberos decidieron regresar al exterior. Pero Joan Liébana no salió con ellos. Transcurrió una hora hasta que, una vez ya controlado el siniestro, y cuando los bomberos se encontraban haciendo tareas de ventilación, hallaron el cadáver de Joan Liébana, bombero de la última promoción.

El cuerpo de Bombers de la Generalitat presentó el informe de una comisión creada para explicar lo ocurrido. Las conclusiones, a juicio de la familia de la víctima, son un intento de crear "un relato" que extinguía las responsabilidades de los compañeros de Joan Liébana que no se dieron cuenta de que faltaba cuando salieron al exterior, que no reaccionaron durante una hora –algunos requirieron ser atendidos por un posible golpe de calor–. "Exigimos la verdad", ha dicho su padre. "Como bombero que soy, debo decir las cosas claras, muy claras. Para que no vuelva a pasar jamás. Ser bombero significa ser solidario con los que hemos de ayudar, y no dejarnos a nadie atrás. Y menos aún a un compañero", ha continuado.

En una lectura emocionada de un escrito, el padre se ha preguntado también "por qué no se tuvo en cuenta lo más básico, que la prioridad de cualquier equipo es mantenerse unido y seguro durante toda la maniobra, y que la maniobra acaba cuando todos los bomberos están afuera y están bien. ¿Hay algo más importante que esto?". "Entraron cinco y salieron cuatro", ha repetido. "Los errores de sus compañeros son inadmisibles. No podemos pretender mejorar a partir de la muerte de los compañeros, y menos de mi hijo. No queremos que ningún bombero pueda morir en las mismas condiciones. Es una aberración. La muerte de mi hijo ha sido una muerte inútil y evitable. Deben asumirse las responsabilidades necesarias".

Desamparo

Laia Liébana, hermana de Joan y quien desde su fallecimiento repasa exhaustivamente qué pasó en aquella nave, ha apuntado más arriba durante el acto de homenaje. En concreto, a la dirección de los Bombers de la Generalitat y a la Conselleria d’Interior. Lo ha hecho para denunciar "el desamparo" que han sufrido durante este año.

"El máximo responsable operativo de los Bombers (David Borrell) no se dignó a venir a casa a explicarnos el accidente, y aún menos la parte más dura de este, que Joan había estado solo durante una hora, y que lo encontraron por casualidad mientras recogían y ventilaban. Como si fuera un trasto olvidado, así murió Joan. ¿Esto no merecía una explicación del máximo responsable?", ha lamentado.

Durante su intervención, la hermana ha asegurado que les asusta que otra familia pueda sufrir el mismo grado de desamparo que ellos han soportado si muriera otro bombero. "Joan merece verdad, justicia y garantía de no repetición", en un resumen que se ha convertido en casi un lema.

El acto de recuerdo ha finalizado con botes de humo, la música de un gaitero y con los cascos corporativos golpeando contra el suelo, en un gesto frecuente en las movilizaciones de los bomberos. También se ha leído un mensaje que Joan Liébana envió a sus padres justo antes de morir: "Cuando vuelvo a casa se me dibuja de forma espontánea una sonrisa, una sonrisa que se va haciendo grande, de oreja a oreja, aparece de forma involuntaria. Y se hace de día, y el sol sale iluminando lo bonito que es todo y me siento inmensamente afortunado y feliz, muy contento de haber encontrado este lugar en el mundo". 

Un juzgado de Vilanova i la Geltrú está instruyendo la causa abierta por la muerte de Joan Liébana en la que se encuentran investigados dos de los bomberos que participaron en la intervención por un posible delito de homicidio por imprudencia. La familia de Joan Liébana ejerce la acusación particular.

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