Incumplimiento de medidas sanitarias

Los Mossos investigan la fiesta ilegal del barrio de Gràcia

La policía catalana afirma que identificará a los asistentes y buscará a los organizadores de un pascalles okupa que reunió a un centenar de personas

Durante casi tres horas, esta marcha recorrió en plena pandemia varias calles sin presencia policial, un hecho que ha generado malestar en algunos vecinos

Los Mossos han desalojado esta pasada madrugada otra fiesta ilegal en la Zona Franca

Un centenar de personas celebran una fiesta ilegal okupa en el barrio de Gràcia de Barcelona

Un centenar de personas celebran una fiesta ilegal okupa en el barrio de Gràcia de Barcelona /

Guillem Sánchez

Guillem Sánchez

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Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación para identificar al centenar de personas que ayer martes participaron en una fiesta ilegal que recorrió las calles del barrio de Gràcia de Barcelona. Según fuentes policiales, los agentes a cargo de las pesquisas se centrarán en tratar de localizar a los responsables de una suerte de cabalgata alternativa que además se llevó a cabo en una noche de 5 de enero en la que estuvo prohibido salir a recibir a los Reyes Magos para el resto de ciudadanos. Los asistentes, que portaban pancartas del movimiento okupa, festejaron en la vía pública –la mayoría sin mascarilla y en una actitud festiva que parecía menospreciar el riesgo de contagio, según se observa en vídeos captados por teléfonos móviles– durante casi tres horas sin que ninguna patrulla policial hiciera acto de presencia, una situación que ha generado malestar en parte del vecindario, que se limitó a apartarse de su camino sin comprender nada.

El centenar largo de personas que se sumaron a la rúa circularon por varias calles del barrio de Gràcia. En algunas, además, entraron en sentido contrario a la marcha de los vehículos, lo que obligó a retroceder apresuradamente a los conductores que se dieron de bruces con la movilización. A su paso por la calle de Montseny, la cabalgata alternativa –entre las que se zarandearon muñecos como el de un agente policial– se detuvo un buen rato para bailar al ritmo de la música en directo que ofrecía un grupo desde la azotea de un local okupado. Después el colectivo prosiguió el trayecto e incluso accedió a la calle de Gran de Gràcia, el principal eje comercial del barrio, donde causó una mayor congestión de tráfico, según varios testigos presenciales.

La rúa terminó en la plaza de John Lennon. En una de las calles adyacentes volcaron varios contenedores y también acabaron quemaron alguno. En el interior del espacio, prendieron fuego también a una especie de carroza que les había acompañado durante el trayecto. “Bebían alcohol, no usaban mascarilla y no respetaban ningún tipo de distancia entre ellos”, explica un vecino, molesto ante la ausencia de efectivos de la Guardia Urbana o de los Mossos d’Esquadra que, a su parecer, deberían haber mediado para zanjar una concentración que incumplía un buen número de las restricciones decretadas para contener una pandemia mundial en pleno repunte.

Policía a la espera

Poco después de las 22.00 horas, la celebración okupa acabó. Los asistentes, algunos de ellos muy jóvenes, regresaron a su casa en grupos reducidos cuando ya había comenzado el toque de queda nocturno declarado por los autoridades sanitarias.

Los efectivos de orden público y de seguridad ciudadana –patrullas de ambos cuerpos– que se activaron ante esta fiesta ilegal no llegaron a intervenir. Esperaron no lejos de allí, cerca de la calle de Bailén, pero eligieron no dejarse ver para evitar un posible enfrentamiento. Después de la fiesta, los policías sí comenzaron a desplegarse poco a poco por el vecindario. Sobre la plaza de John Lennon quedaron latas de cerveza y botellas esparcidos en el suelo que los equipos de limpieza se apuraron en recoger. También colocaron un nuevo contenedor para reemplazar los que habían sido volcados o pasto de las llamas.

Fuentes policiales subrayan este miércoles que esta fiesta ilegal, o cabalgata alternativa, es una acción que no estaba comunicada –todas las manifestaciones en la vía pública deben ser notificadas a la Conselleria d'Interior– y, además, se llevó a cabo incumpliendo diversas medidas sanitarias. Por ello los Mossos investigarán los hechos.

Otra ‘rave’ desalojada

Esta pasada madrugada la policía autonómica ha clausurado otra fiesta ilegal en Barcelona. Dieciséis personas habían montado una 'rave', mucho más modesta que la que convocó a medio millar de jóvenes procedentes de media Europa en Llinars del Vallès la noche de Fin de año, en una nave de la Zona Franca. Alertados por los vecinos, los agentes acudieron al recinto, identificaron a los asistentes y se llevaron arrestada a una de las personas debido a que tenía una orden de detención pendiente. Todos han sido sancionados.