La seguridad en las cárceles

Alta tensión entre los funcionarios y el director de la prisión Brians 1

Aparecen duras pintadas contra Josep Font en un centro clave para la administración penitenciaria catalana

Pintada en vestuarios de Centro Penitenciario Brians 1

Pintada en vestuarios de Centro Penitenciario Brians 1 / EL PERIÓDICO

Juan José Fernández

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Lazos azules en las paredes y pintadas del mismo color con eslóganes como "Font vete ya", "Font D.E.P. (descanse en paz)"  o "Director dictador" llevan 20 días apareciendo en muros y rincones del centro penitenciario Brians I de Sant Esteve Sesrovires (Baix Llobregat, Barcelona), uno de los principales del Departament de Justícia de la Generalitat.

Son el reflejo de un fuerte enfrentamiento entre la plantilla de funcionarios de esa cárcel y el director, Josep Font, que lleva medio año al frente. El motivo, cambios en las estructuras, funciones y departamentos de la prisión que Font ha emprendido sin negociarlos con los trabajadores afectados y en un clima de marcado distanciamiento con los técnicos a su mando.

Áreas clave

Han suscitado especial polémica interna la reasignación de funcionarios en tres áreas clave de la prisión por su incidencia en la seguridad: el Gabinete de Identificación (donde se registran entradas y salidas de internos), la UHPP, o Unidad de Hospitalización Psiquiátrica Penitenciaria, y el Departamento Especial de Régimen Cerrado (DERT en sus siglas en catalán), al que pertenecen trabajadores especializados en reducir a presos en momentos de violencia o desórdenes, y cuyo equipo "ha quedado totalmente cambiado metiendo personas no especializadas en grupos muy delicados -dicen fuentes cercanas a la plantilla de esa prisión-, cuando aquí es muy importante que haya gente con experiencia y que nos conozcamos todos entre nosotros, y que todos seamos capaces, por ejemplo, de equiparnos para una situación de urgencia en solo dos minutos". Un profano o un funcionario desentrenado tarda un cuarto de hora en colocarse la equipación especial antidisturbios de prisiones. 

Fue detonante del conflicto una orden del pasado mes de diciembre para cambiar el modo de realizar los cacheos a los presos, que "llevaba implícita una acusación de mala praxis a los funcionarios, dando credibilidad el director a denuncias falsas de los internos y negándosela a la plantilla", explica Francesc López, coordinador del sindicato de funcionarios de prisiones ACAIP en Catalunya.

Centro clave

Desde el cierre de la Cárcel Modelo de Barcelona, el año pasado, Brians I se ha convertido en un centro de preventivos, cuya gestión es mucho más compleja  que la de un penal, o centro de penados, que era su categoría anterior. De hecho, y también desde el cierre de la Modelo, Brians I se ha convertido en el centro de referencia al que envían sus presos provisionales casi todos los juzgados de la provincia de Barcelona.

Josep Font es un clásico de la jefatura en la administración penitenciaria catalana. Psicólogo de formación, ha dirigido antes prisiones muy relevantes para la Generalitat, como Quatre Camins (justo antes del motín de 2004), Lledoners y la gerundense de Puig de les Basses.

Su trayectoria en el departamento de Serveis Penitenciaris es casi tan larga como la de sus enfrentamientos con diversas plantillas de prisiones. En 2014, durante una comparecencia de los sindicatos penitenciarios ante la Comisión de Justicia del Parlament de Catalunya, UGT se manifestó en torno a la figura de Font asegurando: "No es de nuestro agrado, ni mucho menos, ni creemos que lo sea de todas las plantillas de todos los centros penitenciarios de los que ha sido director". El sindicato ACAIP, en esa misma comisión, manifestó: "Prácticamente todos los profesionales que han trabajado a sus órdenes tienen una opinión negativa".

El pasado 29 de marzo, ACAIP Catalunya interpuso en el juzgado de guardia en Martorell una denuncia después de que el director Font negara el acceso a Brians 1 de un grupo de delegados de esa central sindical. Ahora Francesc López, el coordinador ACAIP en Cataluña, cree que "la plantilla de Brians 1 está reaccionando a la gestión despótica y autoritaria de Font", y anuncia posibles movilizaciones.