Seguridad vial

Las víctimas de siniestros de tráfico reclaman ciudades 30, no renovar un carnet retirado dos veces y requisar el vehículo en infracciones graves

"Falta mucha educación, pero sobre todo se echa de menos mucha valentía política", asegura Vicente Sánchez, presidente de la asociación Prevención de Accidentes de Tráfico

Fallecidos más allá de las 24 horas: las víctimas mortales olvidadas de los siniestros de tráfico

Siniestro de moto en Gran Via con Roger de Flor, en Barcelona, en julio de 2022

Siniestro de moto en Gran Via con Roger de Flor, en Barcelona, en julio de 2022 / Ferran Nadeu

Carlos Márquez Daniel

Carlos Márquez Daniel

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Vicente Sánchez perdió a su hijo en un siniestro de tráfico el 2 de abril de 1995. Se llamaba Rubén. Muy a su pesar, este hombre de hablar lento y magnético preside la asociación Prevención de Accidentes de Tráfico, una entidad sin ningún ánimo de perpetrarse; ni siquiera de existir. "Cada vez que una familia se une a nosotros sentimos una tristeza eterna. Cuando alguien fallece, tengo la sensación de que le hemos dejado escapar; porque no hemos sido capaces de evitarlo, porque no hemos tenido la suficiente capacidad de convencer". Dice que las muertes en la carretera se han normalizado y se han frivolizado, que la gente las vive como un elemento más del panorama informativo, "como los masacrados en Gaza". "Pero se pueden evitar -se revuelve- y no se hace lo que se debería hacer".

Vicente Sánchez, en su casa de Sabadell. 

Vicente Sánchez, presidente de la asociación PAT / Joan Puig

Tras mucho reflexionar, Vicente ha llegado a la conclusión de que la seguridad vial es un tema "que siempre se ha vendido y se ha explicado muy mal". La gente, argumenta, tiene muy claro que una pistola es un arma mortal, "pero no piensan lo mismo de un coche, y puede ser incluso peor". "Se da mucha más importancia a las sanciones y se acusa a la policía de afán recaudatorio", pero nadie piensa, prosigue, que si un control de alcoholemia termina con un 15% de positivos, eso implica que 15 de cada 100 conductores podrían haber muerto aquella noche, o lo que es peor, podrían haber matado a alguien.

Decisiones incómodas

"Falta mucha educación, pero sobre todo se echa de menos mucha valentía política" para tomar decisiones incómodas. Vicente lanza unas cuantas propuestas. Como la ciudad 30, un concepto cada vez más presente en la planificación urbana, pero que no termina de cristalizar. A su modo de ver, la velocidad máxima en entorno urbano debería ser de 30 kilómetros por hora, pero no solo a base de señales, "también con radares que hagan de recordatorio en forma de sanción". Se acuerda del caso de Barcelona y lamenta que del plan inicial de 46 radares se terminara con solo 21.

Motorista accidentado en una calle de Barcelona, en agosto de 2022

Un motorista atendido por el SEM, en una calle de Barcelona, en agosto de 2022 / Ricard Cugat

También reclaman que las personas a las que se les ha retirado el carnet de conducir dos veces no puedan renovarlo en un tiempo, y cuando sí se les permita, que una autoridad sanitaria acredite que están preparados para volver a salir a la carretera con un vehículo. Y consciente de que las sanciones molestan, pero no son suficientes para cambiar mentalidades, instan a requisar coches y motos de aquellos que cometan infracciones graves. "La Administración no se atreve a impulsar estas medidas porque no son vendibles ni populares, porque no son capaces de hacer entender que son iniciativas que salvan vidas".

Nada de accidental

Termina con una reflexión. De media, cada día mueren cinco personas en España a consecuencia de un siniestro de tráfico. "Si fuéramos a las cinco funerarias donde les están despidiendo, veríamos personas de todas las edades y condición social. Y nos daríamos cuenta de que lo que les ha pasado no tiene nada de accidental. O sea, que se puede evitar. Eso es lo que hay que hacerle ver a la ciudadanía y a los políticos".