Seguridad vial

Fallecidos más allá de las 24 horas: las víctimas mortales olvidadas de los siniestros de tráfico

El balance que se hace público sobre siniestralidad obvia que la cifra oficial es la que tiene en cuenta los 30 días posteriores al incidente, con lo que el registro real desde principios de siglo suma 1.500 muertos más en Catalunya y 9.000 más en todo el Estado

Las víctimas de siniestros de tráfico reclaman ciudades 30, no renovar un carnet retirado dos veces y requisar el vehículo en infracciones graves

Motorista accidentado en una calle de Barcelona, en agosto de 2022

Motorista accidentado en una calle de Barcelona, en agosto de 2022 / Ricard Cugat

Carlos Márquez Daniel

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La cifra de víctimas mortales anuales en siniestros de tráfico, la que se hace pública en enero al presentar el balance del año anterior, se refiere a las personas que han perdido la vida dentro de las 24 horas posteriores al incidente. No hay maldad en el momento de hacer públicos los números, pero el registro que determina la situación real, y el que vale en el ámbito de la Unión Europea, es el que recoge los fallecidos durante los 30 días posteriores al siniestro, un registro que requiere de meses, entrado el nuevo ejercicio, para ser completado. Son, de alguna manera, las víctimas olvidadas de la seguridad vial.

Pero existen; representan cerca del 18% del total de muertos y tienen un perfil determinado: jóvenes, mayores y mayoritariamente peatones. Desde principios de siglo, solo en Catalunya, son cerca de 1.500 las personas invisibilizadas que han perdido la vida más allá de las primeras 24 horas. Trasladado a todo el Estado, son casi 9.000 víctimas entre el 2000 y el 2022.

En 2023 murieron 150 personas en las carreteras catalanas. En toda España, también en vías interurbanas, fueron 1.145 los fallecidos, mientras que, solo en Barcelona, se perdieron 20 vidas. La nota hecha pública por la DGT el pasado 4 de enero incluía, al final de todo y en otro color, una nota al pie que decía lo siguiente: "Las cifras definitivas ya consolidadas, que incluirán las víctimas a 30 días de accidentes ocurridos en vías urbanas e interurbanas, permitirán tener la radiografía completa de la siniestralidad vial en España en 2023". Lo mismo aplica para el Servei Català de Trànsit y para la estadística recogida por la Guardia Urbana en Barcelona. Es decir, no es que mientan o sean números irreales. Simplemente, están incompletos. Y cuando se tienen los definitivos, no se comparten. Es un tema, más que de rigor, de respeto a las vícimas y a sus familiares.

Las cifras reales

En la web del Institut d'Estadística de Catalunya puede consultarse el histórico de estos datos desde el 2000 hasta el 2022, ambos ejercicios incluidos. En todos estos años han muerto 10.332 personas, de las que 8.852 fallecieron en las primeras 24 horas y 1.480 perdieron la vida en los 29 días posteriores, una cifra que representa el 18,1% del total, con porcentajes disparados en algunos años: un 28,3% en 2020, un 25,7% en 2011 y un 25,6% en 2019.

En el caso de todo el Estado, en este mismo periodo se comunicaron 59.339 fallecidos a 24 horas, pero la cifra real a 30 días es de 68.311 muertos, un 15,1% más y 8.972 personas de las que nadie ha tenido conocimiento porque no trascienden en las ruedas de prensa del Ministerio de Interior sobre el balance de siniestralidad. Sí se encuentran en internet si uno es un poco ducho en la búsqueda de datos públicos, pero no es fácil llegar a ellos.

Registro desconocido

Que el porcentaje haya ido creciendo con el paso de los años puede deberse a la mejora del protocolo en la obtención de información. Catherine Pérez investiga el impacto en la salud de las políticas de movilidad y seguridad vial en la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB). Explica a este diario que la definición estándar a 30 días es muy conocida en el ámbito técnico "pero desconocida a nivel popular". "Creo que es muy importante dar a conocer este dato, que no es fácil de conseguir". Se refiere al protocolo y la colaboración entre los responsables de tráfico, la policía y los hospitales, una 'joint venture' imprescindible para poder obtener balances ajustados a la realidad.

Accidente mortal en una carretera de Ciudad Real, el pasado enero

Accidente mortal en una carretera de Ciudad Real, el pasado enero / Jesús Monroy / EFE

En las primeras 24 horas, son Mossos y las policías locales los que manejan la información. Pero cuando ha pasado un día, si la víctima no ha perdido la vida, pasa a ser un herido leve o grave recuperándose en casa o ingresado en un centro sanitario. Ahí se le abre una ficha y sus datos son absolutamente confidenciales. Es a través del Institut de Medicina Legal de Catalunya, donde se registran los fallecimientos, que el Servei Català de Trànsit (y la Guardia Urbana, en el caso de Barcelona) puede realizar un control de los que han perdido la vida. Y es en ese momento cuando se cruzan los datos para obtener la cifra de víctimas en siniestros de tráfico a 30 días. "Debería ser más fácil, con una base de datos unitaria que permita realizar el seguimiento lo más fielmente posible", resume la experta de la ASPB.

Medio millón de víctimas

No es el foco de este artículo, pero al dar con los datos de fallecidos a 30 días aflora otra cifra escalofriante: en los 22 años de este siglo se registraron 543.316 siniestros de tráfico con víctimas que dejaron un total de 56.316 heridos graves, personas que no perdieron la vida, pero que muy probablemente arrastran secuelas de aquella tragedia. Este registro, afortunadamente, se ha reducido de manera sustancial, de los 4.367 graves del 2000 a los 1.564 del 2022. También se ha achicado mucho el número de fallecidos, de 891 (a 30 días) a 264. Lo que no ha variado es la cifra global de siniestros: 23.438 en el año 2000 por 23.061 en 2022. ¿Cómo se entiende? Mucho tendrán que ver las prestaciones de los vehículos modernos, es decir, que chocamos como siempre, pero nos salvamos como nunca.

Más allá de la importancia de visibilizar a las víctimas mortales que no aparecen en los balances oficiales de siniestralidad, lo cierto es que, analizadas en conjunto, también generan un perfil distinto al que se dibuja con los fallecidos en las primeras 24 horas. Así lo demostró el monográfico 'Diferencias entre fallecimientos inmediatos y a 30 días por lesiones por tráfico, según fuentes forenses', publicado en 2015, y que tiene entre sus cuatro autores al actual director del Institut de Medicina Legal de Catalunya, Eneko Barbería.

Menores y mayores

Realizaron un estudio observacional de los datos de fallecidos por tráfico entre el 1 de enero de 2005 y el 31 de diciembre de 2014. En sus conclusiones decían lo siguiente: "Los fallecimientos a 30 días por lesiones por tráfico incluyen más menores, personas ancianas y peatones que los inmediatos. Estas características diferenciales recomiendan monitorizar directamente estos fallecimientos en vez de estimarlos a partir de coeficientes de ponderación". Es decir, no son solo estadística, son una oportunidad de reorientar y mejorar las políticas de seguridad vial.

Accidente de moto en Gran Via con Roger de Flor, en Barcelona, en julio de 2022

Accidente de moto en Gran Via con Roger de Flor, en Barcelona, en julio de 2022 / Ferran Nadeu

Muchos años antes, en 2004, el doctor Antoni Plasència coordinó el 'Estudio de la Mortalidad a 30 días por Accidentes de Tráfico', bajo el auspicio del entonces Ministerio de Sanidad y Consumo. Plasència, que hasta el pasado diciembre fue director general del Instituto de Salud Global (ISGlobal), basó aquel informe en los datos de 2001, cuando el protocolo de información era mucho más rupestre que ahora. En sus conclusiones, de hecho, daba cuenta de las carencias del sistema: "El presente estudio ha puesto de manifiesto diversas limitaciones de los datos existentes, algunas de las cuales son especialmente relevantes. Así, variables como la hora de ingreso, el tipo de usuario y el tipo de accidente no están en general suficientemente documentadas para ser de plena utilidad, por lo que no han podido analizarse".

Mejorar el 'big data'

En conversación con este diario, sostiene que la gestión del 'big data' ha evolucionado mucho y ha jugado muy a favor del análisis de la siniestralidad. Pero también considera que los ámbitos policiales, sanitarios y de tráfico "deberían hablar más y comunicarse mejor", peo elogia "el avance de las políticas públicas destinadas a la seguridad vial". Mientras eso llega, tengan en cuenta que si en enero escuchan un balance sobre la siniestralidad del año anterior, deberán que añadir un 18% más de fallecidos a la cifra anunciada. Ese es el dato real; el dato que hace justicia a la situación. Y a las víctimas.

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