Investigación

La exposición del feto al tabaco afecta a su microbiota intestinal durante años

Un estudio pionero destaca este contaminante como el factor ambiental con mayor impacto entre otro medio centenar

Desde la izquierda, Lola Rodríguez (técnico superior de laboratorio, ), Belén Fontán (TSL), Carlos Daviña (investigador), Sonia Pérez Castro (microbióloga), Miriam Rodríguez (TSL) y Ana Treinta (TSL).

Desde la izquierda, Lola Rodríguez (técnico superior de laboratorio, ), Belén Fontán (TSL), Carlos Daviña (investigador), Sonia Pérez Castro (microbióloga), Miriam Rodríguez (TSL) y Ana Treinta (TSL). / FDV

Ana Blasco

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los niños que participaron en este estudio nacieron entre 2004 y 2006, antes de que se prohibiera fumar en el interior de los espacios públicos, cuando la actitud frente al tabaco era más permisiva. El 25% de sus madres lo hicieron durante el embarazo, según reconocieron en una encuesta. Un equipo nacional en el que participa la doctora Sonia Pérez, microbióloga del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), ha analizado el impacto a largo plazo de esta exposición al tabaco durante el embarazo en la microbiota intestinal. Y las embarazadas ya tienen un motivo más para alejarse de esta sustancia. Los hallazgos en las muestras de estos niños al cumplir los 7 años apuntan a que es “duradero”. “Estaba afectada y ese impacto había sido más pronunciado que con cualquier otro factor que hayamos estudiado”, explica la también investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur (IISGS).

Se refiere al proyecto INMA –INfancia y Medio Ambiente–, que tiene como objetivo estudiar el papel de los contaminantes ambientales durante el embarazo e inicio de la vida, así como sus efectos en el crecimiento y desarrollo infantil, y que está liderado por la investigadora Lea Maitre, del instituto de salud Global de Barcelona (ISGlobal). Para ello, se ha reunido una cohorte de más de 650 mujeres que parieron en Sabadell entre 2004 y 2006. Se las está siguiendo a ellas y a sus hijos y registrando medio centenar de posibles determinantes ambientales, como dieta, demografía, calidad de vida, entorno social y registros clínicos. “Se hace desde la perspectiva de que todo lo que está en nuestro ambiente puede afectar a nuestra salud”, explica la doctora Pérez. En el marco de esta red nacional de investigación –es una acción estratégica del CIBER de Epidemiología y Salud Pública–, se incluye este trabajo en el que están también la Fisabio, de Valencia; la Pompeu Fabra, de Barcelona; y la Escuela de Enfermería de Valencia.

“Es un estudio pionero porque intentaba analizar el impacto a lo largo de los años de la exposición al mercurio y al tabaco”, destaca. Del primero no obtuvieron resultados concluyentes. Pero del segundo, sí. Demostraron que la exposición prenatal al tabaco afecta a largo plazo a su microbiota intestinal. Es el factor que más influye del medio centenar que se tuvo en cuenta. “Estos niños tenían menos cantidad de un microorganismo que se asocia a que la capa de moco del intestino esté en buen estado y que tiene un efecto de prevención frente a enfermedades inflamatorias, obesidad, diabetes...”, explica la microbióloga, que considera que, a más largo plazo, puede incrementar el riesgo de padecer estas enfermedades. Advierte que es algo que ellos no han demostrado en este estudio y que deberá comprobarse con el tiempo en esta cohorte o ampliándola con muestras de otras con características similares. Pero destaca que otros estudios “sí han demostrado el efecto protector” de este microorganismo.

Una razón más

Las madres reclutadas para el estudio, hace 20 años, vivían en una sociedad más permisiva con el tabaco. “Me imagino que ahora ya fuman menos”, señala la doctora Pérez. Pero ve en este estudio la “reiteración de la importancia de minimizar las exposiciones dañinas durante el periodo crítico del desarrollo fetal”. “Es algo razonable, pero a veces necesitamos una evidencia científica porque la población se olvida”.

Suscríbete para seguir leyendo