La Fiscalía pide 37 años de prisión para un monitor escolar por agredir sexualmente a menores con autismo en Barcelona

La Audiencia de Barcelona juzga a partir de este viernes a J.M., acusado de agredir sexualmente a siete alumnos de la escuela de educación especial Taiga de Barcelona cuando era monitor en este centro. Las víctimas tenían diversos grados severos de autismo y las presuntas agresiones tenían lugar en casas de colonias o en las salidas deportivas que se hacían desde el centro.

El procesado era presidente del club deportivo Taiga y organizaba las actividades extraescolares relacionadas con el deporte, como las de baloncesto. Así, se llevaba a los alumnos a algún albergue o a competiciones deportivas.

La Fiscalía pide 37 años de prisión para el acusado por varios delitos de agresión sexual, abusos y exhibicionismo, además de prohibirle ejercer la docencia o actividad relacionada, incluida el ámbito deportivo durante ese tiempo. En caso de condena, tampoco podrá acercarse a las víctimas y estará 10 años en libertad vigilada tras salir de la prisión.

Según el escrito fiscal, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, las supuestas agresiones sexuales tuvieron lugar entre 2015 y 2017, cuando se conocieron los hechos y el procesado fue detenido por los Mossos d'Esquadra. Además, la escuela lo apartó de su trabajo como monitor. 

En este sentido, el Ministerio Público relata que el acusado supuestamente obligó a estas personas, seis hombres y una mujer, con una alta discapacidad por el autismo que sufren a hacerle masturbaciones y felaciones, además de que él los penetró en varias ocasiones. También mostró imagen de fotos de jóvenes a uno de ellos mientras lo acariciaba.

Algunas de las víctimas eran menores en el momento de los hechos y dos de ellos también eran hermanos. El sospechoso está acusado de abusar sexualmente de los dos a la vez. Además de la pena de prisión, la Fiscalía pide que el procesado indemnice con casi 60.000 euros a las víctimas y sus familias en caso de ser condenado.

El escrito de acusación remarca que el procesado supuestamente aprovechaba "su posición de preeminente ascendencia sobre las víctimas" por sus actividades laborales en el centro como monitor y su trabajo en el club deportivo. De esta forma presuntamente usaba "la situación de indefensión de los alumnos" así como su discapacidad severa para cometer los abusos sexuales.

El juicio comenzará esta semana en la Audiencia de Barcelona, pero hay sesiones previstas hasta el próximo julio. Desde las familias de las víctimas se ha lamentado a este diario que haya tardado siete años en celebrarse este juicio y han destacado que los informes médicos y psicológicos aportados en el procedimiento remarcan que las personas con esta patología no pueden mentir.