Cambio Climático | Pedro Cabrera Coordinador de la Alianza Médica contra el Cambio Climático

"Fármacos contra el asma o anestésicos emiten tantos gases como un coche al recorrer 300 kilómetros"

El coordinador de la Alianza Médica contra el Cambio Climático cree que cuando los médicos se preocupen tanto del planeta como por el tabaco o el colesterol se convertirán "en los mayores 'influencers'"

España reducirá las emisiones del sector sanitario, que suponen el 4% de los gases contaminantes

Pedro Cabrera, coordinador de la Alianza Médica contra el Cambio Climático

Pedro Cabrera, coordinador de la Alianza Médica contra el Cambio Climático / José Carlos Guerra

Patricia Martín

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La Alianza Médica contra el Cambio Climático surgió en el seno del Colegio de Médicos hace dos años con el objetivo de cumplir con el compromiso internacional, asumido por España, de que el sistema sanitario, uno de los sectores más contaminantes, reduzca la huella de carbono. Pedro Cabrera, neumólogo y presidente del Colegio de Médicos de Canarias, es su presidente y explica en esta entrevista qué áreas de los hospitales son las más 'sucias' y cómo se puede abordar la situación.

¿Cuál es la huella de carbono del sistema sanitario? A nivel mundial, emite entre un 4% y un 5% de las emisiones globales, aunque varía mucho. En EEUU puede llegar al 10% y en la India apenas a un 1%. España está en el nivel medio. 

¿Qué áreas contaminan más? La huella de carbono se estructura en tres tipos de alcance. El primero es el que generan directamente los centros de salud, fundamentalmente por los combustibles fósiles y los medicamentos anestésicos, que son tremendamente contaminantes. El segundo alcance hace referencia a la contratación de fuentes de energía, como la electricidad. Y el 70% está en el nivel tres, las emisiones indirectas a través de la cadena de suministro, que incluye los medicamentos, el transporte de mercancías, de personal, etcétera. 

¿Por qué son tan contaminantes los anestésicos? El ejemplo que se pone del gas que interviene en el calentamiento es el CO₂, pero hay otros que tienen un poder de calentamiento que multiplica por más de 1.000 el poder del CO₂. Por ejemplo, los aerosoles que se emplean para asma o el epoc, en forma de espray. Una unidad de este tipo de medicamento emiten tantos gases de efecto invernadero como un coche al recorrer 300 kilómetros, porque el gas permanece muchos años en la troposfera y tiene un efecto rebote. Y algunos gases anestésicos multiplican por casi 2.000 el efecto del CO₂. Por eso, la sociedad médica de anestesistas recomienda que, si se puede anestesiar sin gases, hay que optar por esta opción. 

Los medicamentos contienen blíster de PVC, un material altamente contaminante y del fármaco más vendido se generan 35 millones de blíster al año

¿Y qué sucede con los residuos, como las mascarillas, las jeringuillas o los medicamentos? Tenemos un gran sistema de reciclado de medicamentos en todas las farmacias, que es donde hay que llevarlos para que no impregnen nuestros mares y ríos, y creen multirresistencias a los antibióticos. Además, los envases contienen blíster de PVC, que es un material altamente contaminante y que no se puede reciclar o quemar: solo enterrar. Pero el medicamento más vendido en cápsulas orales genera 35 millones de blíster al año, un número gigantesco. Si sumamos todos los fármacos, la medida de prohibir las pajitas y los palillos de oído es un cuento de niños comparado con los blíster de PVC. Por eso hay que usar otros tipos de envases, de cristal o aluminio, hay que avanzar por ahí. En cuanto a las mascarillas, hay que usar materiales biodegradables. 

¿Cuál es el objetivo de la Alianza Médica contra el Cambio Climático? Tenemos varios objetivos. En primer lugar, concienciar al colectivo médico acerca de la crisis climática. Cuando la población vea a sus médicos tan preocupados como con el tabaco y el colesterol, la población se concienciará más. Además, estamos potenciando el consejo médico de tipo climático, porque muchos estudios dicen que es el que más se sigue. Cuando consigamos que se introduzca la preocupación por el clima, nos convertiremos en los mayores influencers que puede haber. Además, nuestro objetivo es colaborar con la administración y tener una voz unitaria y que coopere con el resto de sectores. 

La administración sanitaria debería incentivar, en los concursos públicos, a las empresas menos contaminantes

¿Puede poner un ejemplo de consejos medioambientales que pueden dar los médicos? Uno tremendamente simple y efectivo es que se coma fruta y alimentos de proximidad, que reducen la huella de carbono y son buenos para la salud. 

Mónica García ha marcado la reducción de emisiones como uno de sus objetivos. ¿Qué le parece? Estamos muy esperanzados con las noticias que vienen del ministerio. Ya hemos empezado a trabajar con ellos y se ha abierto ahora, para el mundo sanitario más implicado, un nuevo futuro. 

¿Qué medidas se han adoptado hasta ahora? Se está patrocinando que cada centro sanitario mida su huella de carbono, porque poco podemos hacer sin saber de qué punto partimos. Es un poco complejo de medir, pero se está incentivando desde el Gobierno. 

La huella de carbono ya no puede ser un adorno para quedar bien, tiene que ser un objetivo de la administración sanitaria y a los gestores se les debe obligar a integrarlo

¿Y qué otras medidas se pueden implementar? Se puede hacer muchísimo: que toda la energía sea limpia y renovable o que cada vez que se construya un hospital o se remodele se piense en cero emisiones. Tenemos que conseguir que los grandes hospitales sean islas verdes, porque tenemos que dar ejemplo. La alimentación debería ser sostenible, y los medicamentos, verdes. Además, hay que gestionar mejor los residuos sanitarios. En este camino, la administración debería incentivar, en los concursos públicos, a las empresas menos contaminantes. La huella de carbono ya no puede ser un adorno para quedar bien, tiene que ser un objetivo de la administración sanitaria y a los gestores se les debe obligar a integrarlo. Hay hospitales que lo hacen bien, pero desde una especie de compromiso personal y esto no va de eso o de voluntarismo, tiene que ir de regulación. El mundo político tiene la sartén por el mango, la responsabilidad y la obligación. 

¿Llegamos tarde? ¿Se debería haber empezado a actuar antes? Evidentemente. El sistema sanitario se ha visto siempre como un benefactor, que cuida, alivia y esto parece que le daba patente de corso, para hacerlo de cualquier manera, pero esa idea ha cambiado en últimos años y el sistema ya es consciente de ser partícipe de la agresión medioambiental.

El sistema es copartícipe pero también víctima del cambio climático. ¿Cuáles son las principales enfermedades que provoca? Por un lado, las enfermedades transmitidas por insectos, que están empezando a aparecer en lugares que no existían por el cambio de clima. Por ejemplo, la fiebre del Nilo, era inexistente en España. Además, el cambio climático empeora el asma, aumenta los procesos alérgicos, las enfermedades diarreicas. Y luego está el gran problema de los migrantes climáticos y de las muertes por calor. El daño a la salud es tremendo. 

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