Engaños

'Influencers' instan a sus seguidores a unirse a canales de pronosticadores deportivos con imágenes y mensajes falsos

Juristas explican cómo creadores de contenido "promocionan estafas" a través de Instagram recibiendo una remuneración a cambio

Isaac Torres es uno de los influencers que han recomendado un canal de apuestas.

Isaac Torres es uno de los influencers que han recomendado un canal de apuestas. / ARCHIVO

María G. San Narciso

María G. San Narciso

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Instagram es el escaparate favorito de muchos profesionales para vender casi cualquier cosa: desde rinoplastias hasta productos de 'skincare', pasando por restaurantes, ropa, conciertos o empresas de reformas o decoración. Pero en los últimos meses prolifera un nuevo tipo de 'influencia' que funciona, si no igual, de manera muy similar. Un chico abre una 'caja de preguntas' en las stories de su perfil de la plataforma para que sus miles de seguidores le pregunten lo que quieran. Entre las distintas cuestiones hay una que pregunta a qué se dedica o cómo gana dinero. Él (porque en la mayoría de los casos analizados es un él) responde que está ganando sobre todo gracias a las apuestas deportivas. Acto seguido, invitan a que se unan a su Telegram.

Varios ex concursantes del programa La Isla de las Tentaciones llevan meses haciendo esto. "Gracias a mi canal en Telegram, he podido generar muchos ingresos este último mes. Si tú también quieres ingresar dinero extra entra en este link" o "Sigo a un pronosticador deportivo desde hace un tiempo y estoy ganando bastante con él", son algunos de los mensajes que ponen en sus stories para enganchar a sus seguidores. Pero no se quedan ahí. Varios han puesto la misma jornada de ejemplo, todos con las mismas ganancias: exactamente, 9.737,10 euros, como ha demostrado la cuenta de Instagram La Cuernis.

Para probar que funciona, no tienen reparos en subir una supuesta conversación con un seguidor −la misma− que le muestra un reloj que se ha comprado "siguiendo el canal" de alguien. "No me creía eso, pero me funciona de verdad. Mil gracias", les dicen presuntamente. "Mirad lo que me escribió ayer un amigo, ya os dije que sí que era REAL y que a mí me ha funcionado de verdad", añaden varios de los influencers. Otros supuestos seguidores les mandan directamente fotografías de la casa que se están haciendo, o del viaje a París con su mujer gracias a lo que han ganado. Todas ellas fotos falsas y de otros países, como han podido comprobar usuarias de la red, que al pasarlas por Google Lens encontraban que eran imágenes colgadas en internet o en redes como Pinterest, muchas de otros países. Este tipo de contenido puede suponer, según los expertos consultados, una estafa, además de violar la regulación de la publicidad de las apuestas.

Dudosa autenticidad

Ana María Cárdenas Meyer, abogada de Cremades & Calvo-Sotelo y Antonio Valverde, socio de la firma, explican por escrito ante una pregunta de este diario que Telegram ha emergido como una de las principales herramientas para muchos aficionados y profesionales de las apuestas deportivas por su fácil acceso, las ventajas de su interacción y la información constante al usuario a través de la comunidad. Sin embargo, añaden que junto a diversos canales de apuestas que son veraces, se encuentran otros muchos "de dudosa autenticidad, creados con el objeto de estafar a los usuarios que, tras conocer la existencia de estos a través de publicidad en redes sociales como Instagram, se suscriben e invierten altas cantidades de dinero, esperando multiplicar sus ganancias, sin recibir nunca los resultados prometidos". 

En este sentido, aseguran que la figura de estos influencers, es decir, personalidades reconocidas a través de las redes sociales, cobra especial relevancia, ya que "promocionan estafas como esta a través de su cuenta, recibiendo por ello una remuneración, sin cuestionarse su veracidad o el peligro que podría conllevar para los usuarios invertir en tales canales e, incluso, llevándose un beneficio a cambio".

La jugada que ellos han visto funciona así: los creadores de contenido o influencers anuncian un canal de Telegram asegurando que a través del mismo han conseguido altas cantidades de dinero, mostrando otras experiencias −que dicen ser reales− en las que otros usuarios han conseguido cantidades económicas del todo desorbitadas, mostrando para "acreditar" tal suceso imágenes robadas de internet que muestran productos de alta gama.

Preguntados por ello, fuentes del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 derivan a dos artículos del real decreto de comunicaciones comerciales de las actividades del juego para regular la publicidad del sector de las apuestas y juegos de azar online en España, que entró en vigor el 31 de agosto de 2021. Estos exigen, entre otras cuestiones, que tanto en motores de búsqueda, redes sociales o plataformas de intercambio de vídeo, los operadores cuenten con instrumentos que garanticen que, en ningún caso, esta publicidad se dirige a menores y que existen mecanismos de bloqueo u ocultación de anuncios. Algo que no ocurre en Instagram.

Posible estafa

Por todo ello, los profesionales de Cremades & Calvo-Sotelo no tienen ninguna duda de que "supondría una infracción del Real Decreto 958/2020, de 3 de noviembre, de comunicaciones comerciales de las actividades de juego, que limita las comunicaciones comerciales de las actividades de juego, determinando que 'queda prohibida la difusión de comunicaciones comerciales de los operadores de juego en servicios de la sociedad de la información', salvo en determinados casos, entre las cuales no entran este tipo de actuaciones". Pero van más allá: también "podría conllevar a la comisión de un delito, coadyuvando a la concurrencia de responsabilidad penal".

"Así las cosas, el creador de contenido, que a cambio de una remuneración publicita tales canales de apuestas afirmando que ellos mismos han obtenido beneficios elevados, sin ser cierto, es conocedor del engaño, y podría considerarse autor de un delito de estafa, tipificado y penado en el artículo 248 del Código Penal, que determina que 'cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno'".

El Código Penal prevé una pena de prisión por estafa que va de seis meses a tres años, según el importe de lo defraudado, el quebranto económico causado al perjudicado, las relaciones entre este y el defraudador, los medios empleados, y cuantas otras circunstancias sirvan para valorar la gravedad de la infracción". Incluso, añaden, puede contemplarse el tipo agravado, de concurrir los requisitos previstos en el artículo 250 del referido precepto legal.

Contrato

Además, uno de los artículos señalados por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 establece que los acuerdos publicitarios entre los operadores de juego y los pronosticadores de apuestas no podrán, en ningún caso, ser suscritos con personas que hubieran adquirido relevancia o notoriedad pública como consecuencia de actividades distintas de la pronosticación de apuestas.

En el caso de los influencers estudiados, ninguno se ha hecho conocido por eso. Casi todos vienen de un programa que consiste en resistir a la tentación, es decir, no ser infieles a sus parejas. Así se dieron a conocer y así empezaron con contratos publicitarios. Pero los de este tipo, como señala la norma, ya no son tan fáciles.