Uno de tres catalanes no puede permitirse una semana de vacaciones al año

Un grueso importante de los hogares catalanes acusa dificultades para afrontar gastos derivados del día a día. Según la 'Enquesta de condicions de vida. 2023' del Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat), casi cuatro de diez catalanes (36,1% de la población, 1,3 puntos porcentuales más que en 2022) afirma que no tener capacidad económica para dar respuesta a imprevistos de 800 euros, gastos tan cotidianos como, por ejemplo, tener que reparar el coche, arreglar la caldera o pagar una factura sobrevenida del dentista.

En esta diagrama de las dificultades domésticas, la encuesta, hecha pública este lunes, también apunta a dos coordenadas más: dos de cada 10 personas (20%, respecto el 19,2% del año anterior) aseguran que no pueden mantener sus casas a una temperatura adecuada, mientras que uno de cada tres encuestados (29,8%, por un 30,9% en 2022) no puede permitirse una semana al año de vacaciones. Aumentando el 'zoom', el estudio señala que el 24,4% de la población catalana se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, una cifra apenas tres décimas menor al ejercicio anterior y en un contexto en el que aumenta de forma preocupante la pobreza severa, que toca techo: si bien en 2015 alcanzaba a un 6,5% de la población, ahora la hace al 8,9%, después de llegar hasta el 9% en 2021.

Dificultades para llegar a fin de mes

En esta radiografía anual de las economías de los hogares catalanes, el Idescat también pulsa una ligera polarización, ya que se incrementa tanto el porcentaje de familias que dicen llegar a fin de mes con "mucha dificultad" (aumenta del 8% en 2022 al 9,2% en 2023) y las que lo hacen con "mucha facilidad", que pasan del 2,7% en 2022 al 3,2% en 2023.

Aun así, cabe decir que el estudio también detecta un ligero alivio en las zonas intermedia, ya que más de la mitad de la población (53,1%, 1,9 puntos más que el año anterior) asegura que en general puede pasar el mes sin grandes sobreesfuerzos. Aun así, todavía un 46,5% de los catalanes dicen llegar a fin de mes con dificultades (en total, dos puntos menos que en 2022).

Desigualdad de rentas

En este sentido, el estudio elaborado por Idescat apunta a que, en 2022 (último año del que existen datos), los ingresos medios netos de los hogares catalanes alcanzaban los 38.888 euros y los 15.830 euros por persona, cifra que supone también un aumento del 7,5% y del 7,7% respecto al año anterior.

Las transferencias sociales (incluyendo las pensiones) han hecho incrementar la renta inicial de las familias un 34,1% (por un 36,2% en el ejercicio anterior). De hecho, el 62,5% de los hogares han recibido al menos un tipo de prestación social: un 55,1% lo han hecho por vejez y supervivencia; un 30,4% por desempleo (39,3% el año anterior), y un 33,6% restante han recibido algún tipo de subsidio o prestación (30,7% en 2021).

Tras el impacto de los ingresos y las transferencias sociales, la encuesta del Idescat señala que el 20% de los hogares más ricos acumulan cinco veces lo que ingresan el 20% de las familias más desfavorecidas. Este indicador, llamado S80/S20, es de 5 en este 2023, apenas una décima menos que el del ejercicio anterior.

Pobreza antes y después de las ayudas sociales

Cabe decir que la tasa de riesgo de pobreza antes de las transferencias sociales es del 40,2%, que pasa a ser del 23,9% cuando se tiene en cuenta el impacto de las pensiones de vejez y supervivencia, y del 18% cuando se contabilizan todas las ayudas, incluyendo las prestaciones por desempleo, invalidez, hijos o familia.