Operación de la Guardia Civil

Detenido un pederasta que robó miles de fotos a menores haciéndose pasar por niña

Operación Retobux de la Guardia Civil contra el abuso de menores

Juan José Fernández

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Las alarmas saltaron cuando los padres de dos menores, dos niños de 8 y 11 años, los sorprendieron en una habitación de su casa de un pueblo de Jaén desnudándose ante la cámara de un móvil en una videollamada. La Guardia Civil ha detenido a quien estaba al otro lado en aquella conexión. Se trata de un vecino de Madrid de 26 años. Los agentes le atribuyen varios delitos sexuales y corrupción de menores.

En aquella llamada, como en otras tantas de este fenómeno criminal, el detenido se hacía pasar por una menor, el método más corriente de los corruptores para engañar a sus víctimas y terminar convenciéndolas de que le pasen fotos y vídeos de sus cuerpos desnudos o en actos sexuales.

Esta no es una anécdota: la Guardia Civil, en una nota difundida este sábado, le atribuye al madrileño una captación "de forma masiva" de este tipo de material audiovisual pedófilo. De hecho, al detenido, que ha sido capturado en su domicilio del barrio madrileño de Chamartín, le han incautado más de 300 gigabytes de fotos y vídeos. Se los ha robado a menores de diversos puntos de España y de otros países.

Cazaba en redes sociales

Todas los menores engañados por el depredador habían sido seleccionados previamente por tener cierto nivel de exposición en las redes sociales, ha explicado la Guardia Civil. Una mayor actividad en redes no solo da popularidad: también da pistas a los pedófilos. A esos niños más visibles se les aparecía en las redes haciéndose pasar por una niña de su edad y les pedía amistad.

El supuesto pederasta detenido salía de caza por Instagram y Twich y en espacios utilizados por aficionados a los videojuegos. Seguía el método habitual: al principio, beves conversaciones sobre asuntos banales, preferencias, gustos, ocio, videojuegos... Precisamente ofreciéndoles trucos y mejoras de pago para las partidas iba poco a poco planteándoles retos cada vez más eróticos. Cuando el niño o la niña engañada aceptaba mostrarse sin ropa, el interlocutor no tenía más que hacer un pantallazo en su móvil y guardar.

Con esas primeras imágenes obtenidas, luego podía chantajear a su presa: tenía que mandarle más imágenes y de contenido aún peor... o lo contaría.

En la que ha bautizado como Operación Retobux, la Guardia Civil ha podido identificar de momento a algunas víctimas españolas y está ahora desarrollando el trabajo de identificación y alerta por el resto.