Un fenómeno infradiagnosticado

Qué son las altas capacidades: "El talento que no se cultiva se pierde"

Más del 80% de los alumnos con altas capacidades no están diagnosticados

Una profesora da clase el día del inicio del curso en el colegio de la Alameda de Osuna

Una profesora da clase el día del inicio del curso en el colegio de la Alameda de Osuna / Marta Fernández Jara / Europa Press

Olga Pereda

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Hace décadas se hablaba de niños superdotados, un término que hoy está en desuso. “Las altas capacidades son meras posibilidades, que llegarán a desarrollarse en campos relevantes de la actividad humana si se dan las condiciones adecuadas”, matiza el profesor universitario Javier Tourón, catedrático de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación y uno de los mayores expertos en altas capacidades. Es decir, la capacidad (o aptitud) es el potencial que puede (o no) dar lugar al desarrollo de un determinado talento.

El alumnado con altas capacidades puede no demostrar niveles de rendimiento sobresaliente 

“Una persona no es de alta capacidad sino que tiene alta capacidad como potencia, que se desarrolla con esfuerzo, trabajo y un entorno que lo posibilite”, añade el experto. Los niños y niñas con alta capacidad “serán personas que, probablemente, contribuirán al progreso de la sociedad y de sus objetivos científicos, humanísticos y sociales”, añade el docente universitario.

“Una persona no es de alta capacidad sino que tiene alta capacidad como potencia, que se desarrolla con esfuerzo, trabajo y un entorno que lo posibilite”

— Javier Tourón, catedrático de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación

En EEUU, la National Association for Gifted Children (NAGC) asegura que, a veces, el alumnado con altas capacidades puede no demostrar niveles de rendimiento sobresaliente. ¿Los motivos? Oportunidades limitadas para el aprendizaje, pobreza o problemas motivacionales o emocionales. “Si se quiere que estos estudiantes desarrollen su capacidad y lleguen a obtener niveles óptimos de rendimiento en su edad adulto, necesitan (en el centro escolar) programas con un alto nivel de reto y servicios de apoyo adicionales”.

Apoyo socioemocional

Entre sus recomendaciones, la NAGC pide protocolos de indentificación en los centros educativos, así como facilitar a los docentes y a las familias estrategias para un apoyo socioemocional de los estudiantes más capaces.

"El talento que no se cultiva, se pierde", recuerda el profesor Tourón, que cita autores internacionales que recuerdan que muchos niños y niñas con altas capacidades serán mañana líderes en las artes, la ciencia, la política o las letras. “Si les damos una educación mediocre nos estamos condenando a una sociedad mediocre en la generación venidera”, concluyen estos autores. 

Mireia Arnau, directora escolar, destaca la necesidad de que la comunidad científica se acerque a la escuela para trasladar información rigurosa. “Deberíamos tener mucho más claro qué es la alta capacidad, los niños precoces, el talento o el aprendizaje acelerado”, concluye.

Superdotación y talento

Marta Massagué, neuropsicóloga del Hospital Sant Joan de Déu (Barcelona), participará el próximo 3 de febrero en una jornada sobre trastornos del neurodesarrollo y éxito escolar, organizada junto a las Escuelas Vedruna. Su ponencia versará sobre las altas capacidades, en las que ella destaca dos perfiles. El primero es el superdotado: niños y niñas flexibles que se adaptan bien a los cambios y que destacan en varios ámbitos (suelen pasar más desapercibidos). El segundo (más visible) es el talentoso, menores que son mucho más rígidos, sobresalen en una competencia y a veces también tienen un trastorno del neurodesarrollo. Es decir, no es incompatible tener un talento matemático y espectro autista.